Cientos de venezolanos permanecieron cerca del lugar donde se realizó la exhumación del doctor José Gregorio Hernández, un laico que se convertirá en beato de la Iglesia católica tras la aprobación del papa Francisco. El acto de beatificación se prevé ocurra después de la Semana Santa de 2021.
La exhumación se llevó a cabo este lunes 26 de octubre, fecha en la que se cumplieron 156 años del nacimiento del venerable llamado por sus compatriotas “el médico de los pobres”.
La doble celebración transcurrió en privado en la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria en el centro de Caracas, en atención a las normas de protocolo sanitario para evitar los contagios de coronavirus. Sin embargo, las autoridades no pudieron evitar que la feligresía se apiñara en los alrededores del templo.
Los restos del doctor José Gregorio Hernández fueron exhumados bajo la supervisión del cardenal venezolano Baltazar Porras. La tumba del venerable estaba ubicada en la referida iglesia enclavada en el centro de Caracas a donde llegaron en 1975 luego de una primera exhumación del Cementerio General Sur, también en la capital venezolana donde fue sepultado cuando murió hace 101 años.

El médico patólogo y presidente de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, Enrique López-Loyo asumió la labor de coordinar al equipo encargado de la exhumación de los restos del “médico de los pobres”. Su tarea y las equipo que lo acompaña será identificar y estudiar la osamenta de José Gregorio Hernández junto a antropólogos y odontólogos forenses.
La exhumación es un requisito previo a la beatificación aprobada por el Vaticano y está previsto que este proceso culmine el próximo sábado. Luego se realizará la distribución de fragmentos de huesos consideradas reliquias de primer nivel, que serán llevados a cada diócesis y arquidiócesis de Venezuela y otras a Roma.
Durante cuatro días el equipo realizará el proceso de reconocimiento, caracterización de los huesos, comprobación de causa de muerte y aplicación de materiales para lograr mayor durabilidad.
Se extraerán unas cien mínimas piezas de osamenta para su reserva y distribución como reliquias. También se procederá a la verificación de que todo concuerde con la primera exhumación de 1975.
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La parte más difícil del proceso, según el patólogo López-Loyo, es cotejar los resultados. Posteriormente las piezas se pondrán en una urna de metacrilato sellada al vacío que se entregará al Tribunal Eclesiástico junto con un documento.
Se estima que el próximo sábado 31 de octubre se anuncien los hallazgos presentados ante la autoridad eclesiástica nacional, que luego serán llevados al Vaticano que será el receptor de la reliquia principal.
José Gregorio Hernández murió por atropellamiento en Caracas el 29 de junio de 1919. Se ganó su aureola de santidad por su labor en favor de los más menospreciados y sus requerimientos que reclamaban más atención de los Gobiernos hacia las regiones del interior de Venezuela.
Fue un fervoroso creyente religioso, y además demostró con su amplia formación académica su respeto por la ciencia. Luego de cursar estudios en Europa introdujo nuevas técnicas que ayudaron a curar enfermedades en el país caribeño, especialmente entre los más necesitados.