En un país donde el sueño americano aún late con fuerza, la historia de Wilfredo Andrade y Ninoska Valera, una pareja de inmigrantes venezolanos, se alza como un poderoso testimonio de superación y liderazgo latino. Lo que comenzó como un empleo de supervivencia en 2016, hoy es una empresa modelo que está transformando espacios emblemáticos en Estados Unidos, como el Kaseya Center, sede del equipo de la NBA Miami Heat.
La compañía que fundaron, WJAB Enterprises Inc., fue la responsable de renovar las barandas metálicas de este icónico recinto, utilizando una técnica innovadora de pintura electrostática líquida aplicada in situ. El proyecto, que debía realizarse sin interrumpir las operaciones del estadio y bajo estrictas condiciones logísticas, se convirtió en una prueba de fuego que WJAB superó con excelencia técnica, eficiencia y compromiso ambiental, indica un reportaje publicado en el Diario Las Américas.
“Este trabajo es una demostración de que las empresas latinas estamos al nivel de cualquier gigante americano”, afirma Wilfredo Andrade, orgulloso del trabajo que realizó junto a su esposa y un equipo de 14 empleados. Más allá de los resultados visibles, el proyecto encierra una historia inspiradora de resiliencia, fe y determinación.

La historia de Wilfredo y Ninoska comenzó con incertidumbre, como la de muchos migrantes. En apenas una semana tras llegar a Estados Unidos, Wilfredo consiguió empleo en el área de pintura electrostática líquida. En menos de un año ascendió a supervisor. Pero su visión iba más allá de un empleo estable: quería crear algo propio.
En 2016, fundaron WJAB, aunque fue en 2017 cuando decidieron apostar todo por el sueño empresarial. En los inicios, Wilfredo trabajaba solo mientras Ninoska sostenía el hogar trabajando como niñera. El punto de inflexión llegó en plena pandemia, cuando muchas empresas se vieron obligadas a cerrar. WJAB, en cambio, triplicó su volumen de trabajo. “Fue entonces cuando dejé mi empleo como niñera para dedicarme por completo a la empresa”, recuerda Ninoska, quien ahora lidera la atención al cliente, el marketing y la administración del negocio.
Con formación en logística industrial y liderazgo técnico, Wilfredo ha convertido su experiencia en una ventaja competitiva. El modelo de WJAB combina tecnología de punta con procesos sostenibles y escalabilidad, gracias a cabinas portátiles y sistemas de filtración ecológica. Empresas como Goya Foods y el propio Kaseya Center ya confían en sus servicios, mientras su plan de expansión nacional sigue en marcha.
De la mano de Dios
Pero más allá de los números, el motor de esta familia ha sido su fe. “Todo lo que hemos logrado ha sido gracias a la mano de Dios”, aseguran. Esa convicción ha guiado cada paso, incluso en los momentos más desafiantes.
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Hoy, WJAB no solo representa un caso de éxito empresarial. Es un símbolo del poder de la comunidad hispana, de la fuerza de la familia y de la capacidad de transformar obstáculos en oportunidades. Para Wilfredo, el trabajo en el Kaseya Center es apenas el comienzo: “Queremos seguir transformando espacios en todo Estados Unidos. Creemos en una industria que avance sin dejar huella”.
La historia de la familia Andrade-Valera demuestra que, con fe, unión y perseverancia, es posible dejar una marca imborrable en cualquier escenario. Y hacerlo con orgullo latino.