Una estudiante de doctorado de la Universidad del Sur de Florida (USF) ha diseñado una innovadora trampa que utiliza inteligencia artificial (IA) para identificar mosquitos portadores de virus responsables de enfermedades como el dengue, la malaria, el zika, la fiebre amarilla y el virus del Nilo Occidental. Farhat Azam, originaria de Bangladés, está detrás de este desarrollo que podría cambiar la forma en que se controla la propagación de estas enfermedades a nivel mundial.
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Azam, quien obtendrá su doctorado en Ciencias Computacionales este verano, lidera un equipo de investigadores en Tampa que ha creado lo que denomina una “trampa inteligente”. Este dispositivo, equipado con una luz, un ventilador y dos cámaras, atrae y succiona mosquitos hacia un área pegajosa. Una vez atrapados, las cámaras toman imágenes que se envían a una nube donde modelos de IA determinan si los insectos son vectores de enfermedades.
“El sistema permite saber si los mosquitos en un área específica son peligrosos o no”, explicó Azam en una entrevista con medios locales. “Esto ayuda a los vecinos y a las autoridades sanitarias a prepararse, actuar y localizar los hábitats de estos insectos para eliminar los focos de contagio”.
La inspiración de Azam para desarrollar esta tecnología es personal. En 2019, ella y sus padres contrajeron dengue durante una epidemia en su país natal, un hecho que la marcó profundamente. Con experiencia previa en la aplicación de IA para enfermedades cardiovasculares, Azam se unió al equipo de USF que ya trabajaba en un proyecto financiado con 3,6 millones de dólares por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
“Conocía por experiencia propia el impacto de estas enfermedades. También sabía cómo aplicar la inteligencia artificial en la salud, así que todo encajó perfectamente”, señaló.
El desarrollo de esta tecnología llega en un contexto alarmante. En 2024, América Latina vivió el mayor brote de dengue registrado, con más de 13 millones de casos y al menos 7.700 muertes, muchas de ellas en niños, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La IA en la salud pública
Actualmente, la trampa ya está siendo probada en el condado de Hillsborough, en Florida, y el equipo de USF trabaja con colaboradores en otros puntos del estado, así como en Atlanta, India, Bangladés y países africanos. El objetivo es escalar su uso, no solo entre autoridades sanitarias, sino también dentro de los hogares de zonas vulnerables.
“Sueño con que, algún día, adondequiera que vaya, vea una trampa colgando afuera, en los jardines de las casas. Que la gente sea consciente del peligro y se proteja”, expresó Azam.
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Aunque aún no ha definido cuál será su próximo enfoque, Azam tiene claro que seguirá aplicando la inteligencia artificial para mejorar la salud pública. “Es un campo donde realmente puedes ver el impacto de tu trabajo. Saber que estás ayudando a que otros vivan mejor y más seguros, es algo que me motiva cada día”, concluyó.
Este desarrollo representa un paso significativo en la vigilancia y prevención de enfermedades transmitidas por mosquitos, con el potencial de salvar miles de vidas a través del poder de la tecnología.