En treinta días la administración Trump impondrá nuevos aranceles en rango de 10% sobre las importaciones Chinas llegadas al país valoradas en 300 mil millones de dólares, un tributo que comenzará a operar a partir del 1° de septiembre.
El anuncio fue ofrecido por el Jefe de la Casa Blanca, quien precisó que los incrementos en los impuestos no detendrán las conversaciones que Washington y Beijing llevan a cabo para normalizar las relaciones comerciales binacionales.
Trump en un mensaje en su cuenta de Twitter aseguró que “creíamos que teníamos un acuerdo con China hace tres meses, pero desgraciadamente China ha decidido renegociar el acuerdo antes de la firma”.
Trump recalcó que “el pequeño arancel adicional de 10%”, no impedirá que las conversaciones prosigan.”Esto no incluye los 250 mil millones de dólares (en importaciones chinas) a las que ya se le aplicó un arancel del 25 %”, agregó el mandatario en su mensaje de Twitter.
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El Gobierno de Trump dio cuenta del final de la nueva ronda de negociaciones comerciales, que tuvieron lugar en Pekín, y dijo que a comienzos de septiembre se reanudarían en Washington.
La falta de acción comercial recíproca esperada por Estados Unidos por parte de China, en relación al compromiso de adquirir productos estadounidenses en grandes cantidades, fue lo que motivó la decisión de mover 10% el límite arancelario.
Agregó, además, que su “amigo”, el presidente chino, Xi Jinping, le había prometido detener la venta de fentanilo a los Estados Unidos, algo que tampoco ha ocurrido “y muchos estadounidenses continúan muriendo” a causa de esa peligrosa droga.
“Esperamos continuar nuestro diálogo positivo con China sobre un acuerdo comercial integral, y sentimos que el futuro entre nuestros dos países será muy brillante”, aseguró finalmente el gobernante.
La Casa Blanca había informado este miércoles que en las conversaciones, los negociadores chinos habían confirmado “su compromiso para aumentar las compras de exportaciones agrícolas de EE.UU.”, y habían calificado los encuentros de “constructivos”.
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Esta ronda de conversaciones fue la primera de alto nivel desde que el pasado 29 de junio Trump y Xi se reunieran en Japón en el marco de la cumbre del G20.
Las tensiones entre EE.UU. y China tienen sus raíces en el desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, que exporta 419 mil millones de dólares más de lo que importa desde Estados Unidos, y que Trump asegura que se debe a las injustas prácticas comerciales del gigante asiático.