Existen evidencias tangibles derivadas del análisis del mercado inmobiliario, que apuntan a que en Filadelfia el costo de la vivienda se incrementa a mayor velocidad para la clase trabajadora con menos recursos, a diferencia del sector más pudiente, que accede a rentas cada vez más estables.
Datos extraídos de una investigación realizada por Apartment Life, una compañía de bienes raíces con sede en San Francisco, reveló que a medida que los residentes más pobres de la región de Filadelfia gastan más para mantener un techo sobre sus cabezas, los residentes más ricos del área están gastando menos.
La investigación fue reportada por el periodista filadelfiano Aaron Moselle, quien de acuerdo a su perfil público es un reportero de asignaciones generales para WHYY, que presenta historias tanto para la web como para la radio. Su trabajo profesional se centra en la falta de vivienda, la pobreza y la desigualdad de ingresos.
En el ámbito de la desigualdad en el crecimiento del valor de la renta, el comunicador tuvo acceso a un comentario de Igor Popov, economista jefe de Apartment Life, quien precisó que “si usted ya está bien, sus ingresos parecen estar creciendo más rápido. Pero si a usted no le va tan bien, los costos de vivienda están superando sus ingresos y dificultando aún más el salir adelante”.
Esta realidad se nota gráficamente si se observan las barras entre los años 2007 y 2018. En ese lapso el costo de la vivienda para los hogares de la región que ganan menos que el ingreso medio nacional creció un 8%. De manera “interesante”, el costo no subió en absoluto para los hogares que ganaban por encima del promedio, según los datos del censo de la compañía. El ingreso familiar promedio en la región metropolitana era de US$61 mil 400 en 2017.
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De acuerdo a la narración del reportero que puede ser ubicado en @ awmoselle, Filadelfia y otras grandes ciudades han visto una afluencia de residentes más ricos. Eso ha aumentado la demanda de viviendas de alquiler más alto, y efectivamente inundó el mercado con propiedades multifamiliares elegantes y brillantes.
“Con menos competencia por estas unidades, los precios bajaron”, dijo Popov. Al mismo tiempo, la mayoría de las grandes ciudades sigue teniendo una escasez de opciones de vivienda asequible para los residentes con salarios más bajos.
Además, las personas que luchan por llegar a fin de mes no gastan mucho menos en alquiler que las personas que ganan cheques más grandes, aunque ganan mucho menos.
“Los costos de vivienda no varían tanto”, dijo Popov. “A todos los efectos, estás pagando la misma cantidad en vivienda si estás en el percentil inferior como si estuvieras en medio de la distribución.”
Esta no es una tendencia nueva. La diferencia es que está empeorando a medida que la desigualdad de ingresos -la brecha entre ricos y pobres- se amplía.
En 2008, los residentes más ricos del área metropolitana ganaron más de 12 veces lo que ganaban los residentes más pobres del área, según el estudio. En 2017, esos residentes ricos ganaron 17 veces más que los residentes más pobres.
Los defensores de la vivienda dicen que es una dinámica peligrosa que podría empujar a los residentes de bajos ingresos a quedarse sin hogar o fuera de la ciudad – y hacer que lugares como Filadelfia sean mucho menos diversos de lo que son ahora.