La actriz Emilia Clarke es una sobreviviente. En marzo de 2019 contó por primera vez, en un texto para el New Yorker, que sufrió dos aneurismas tras la primera temporada de Game of Thrones, a principios de 2011.
Ahora, en una reciente entrevista para el programa de la BBC One Sunday Morning, la actriz habló de nuevo de aquella experiencia que vivió hace más de 10 años. «Con la cantidad de cerebro que tengo inutilizado, es increíble que sea capaz de hablar, a veces articuladamente, y vivir mi vida con total normalidad sin absolutamente ninguna repercusión», contó.
En el texto del New Yorker, Emilia confesó que vivió con mucho estrés tras emitirse la primera temporada de la serie, donde pasó, de la noche a la mañana, de ser una completa desconocida a una de las caras más famosas de la televisión.
«Estaba aterrada. Aterrorizada por la atención, por un negocio que apenas entendía, por hacer honor a la confianza que los creadores de Juego de Tronos habían puesto en mí. Me sentí, en todos los sentidos, expuesta. En el primer episodio aparecí desnuda y a partir de ahí siempre me hice la misma pregunta: ‘Haces de una mujer fuerte y, sin embargo, te quitas la ropa. ¿Por qué? ¿Cuántos hombres debo matar para demostrar mi valor?».
Puedes leer: Comic-Con marca el regreso
Luego, en una sesión con su entrenador personal, sintió un fuerte dolor de cabeza y se desmayó. «Finalmente, me hicieron una resonancia magnética, una exploración del cerebro. El diagnóstico fue rápido y siniestro: una hemorragia subaracnoidea (SAH, por sus siglas en inglés), un tipo de accidente cerebrovascular potencialmente mortal, causado por una hemorragia en el espacio que rodea el cerebro. Tuve un aneurisma, una ruptura arterial». Los médicos encontraron a tiempo el problema y pudo estar sana antes de empezar a grabar la segunda temporada de Game of Thrones, pero dos años después, sucedió lo mismo.
«Falta un buen pedazo», afirmó Clarke mientras suelta una gran carcajada. «En los derrames cerebrales, en cuanto cualquier parte de tu cerebro no recibe sangre durante un segundo, se acabó. La sangre encuentra una ruta diferente para desplazarse y entonces la parte que falta desaparece».
Ahora, la actriz forma parte del elenco de «The Seagull», una obra de Anton Chéjov escrita en 1895, sobre un grupo de rusos solitarios que viven en una finca aislada. Clarke interpreta a Nina junto a su coprotagonista Tom Rhys Harries, quien interpreta a Trigorin. La producción debía estrenarse en marzo de 2020, pero cerró después de solo cuatro presentaciones previas cuando la pandemia cerró los teatros.