Las pesquisas de la Cámara Baja que buscan determinar si Trump bloqueó de manera intencionada la entrega de ayuda militar de 400 millones de dólares a Ucrania para obtener una investigación de Kiev sobre Joe Biden y los negocios de su hijo Hunter en ese país, parecen haber encontrado en las declaraciones del embajador de EE.UU. ante de la Unión Europea (UE), Gordon Sondland un asidero.
El reconocimiento de Sondland ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de que sí hubo un “quid pro quo” por parte del presidente de los Estados Undios, Donald Trump, llenó de incertidumbre a la bancada republicana que no ha podido revertir la fuerza de esas palabras.
El diplomático estadounidense Gordon Sondland dijo enfáticamente en la investigación de juicio político al presidente Donald Trump el miércoles que, a pesar de la negativa del presidente, hubo un acuerdo condicional con Ucrania en los últimos meses, que Kiev no obtendría la ayuda militar que quería a menos que abriera investigaciones para beneficiar a Trump políticamente.
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Sondland declaró que Giuliani, actuando a instancias de Trump, le dijo directamente a los funcionarios ucranianos que el líder estadounidense quería que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy se comprometiera públicamente a investigar al exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, el trabajo de su hijo Hunter para Burisma, una compañía ucraniana de gas natural, y una teoría desacreditada de que Ucrania se entrometió en las elecciones de 2016 para ayudar a los demócratas contra Trump. La comunidad de inteligencia de Estados Unidos concluyó que Rusia interfirió para ayudar al actual mandatario.
Gordon Sondland tienen en su historial el haber donado la cuantiosa y redonda cantidad de un millón de dólares para la inauguración de Donald Trump, en enero de 2017 y curiosamente poco después fue nombrado embajador de Estados Unidos en la Unión Europea.
Sin embargo no todo era pasión con Trump, porque el que a sí mismo se describe como un “republicano de toda la vida” fue donante durante la campaña presidencial de Mitt Romney así como a la de Jeb Bush. Lo curioso es que no hizo ninguna donación al entonces candidato Donald Trump en 2016.
Una vez le preguntaron al respecto y lo justificó en los ataques que hizo Trump a los veteranos y caídos en la guerra. La polémica entre los padres del soldado Humayun Khan y el entonces candidato republicano no dejaron indiferente a nadie.
Sí hubo “intercambio”
El embajador de EE.UU. ante de la Unión Europea (UE), Gordon Sondland, aseguró este miércoles que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó a través de su abogado personal, Rudy Giuliani, el “quid pro quo” a Ucrania, al condicionar la ayuda militar al país a una investigación sobre la familia del ex vicepresidente y posible rival electoral Joe Biden.
“El señor Giuliani estaba expresando los deseos del presidente de EE.UU., y sabíamos que estas investigaciones (sobre Biden) eran importantes para el presidente”, apuntó Sondland en la comparecencia en el Congreso dentro de la investigación que lideran los demócratas para abrir un juicio político a Trump por presiones a Ucrania.
Sondland reconoció además la existencia del “canal paralelo” que redefinió este año la política de Washington hacia Ucrania, formado por él, el secretario de Energía, Rick Perry, y el enviado especial para Ucrania, Kurt Volker, un eje conocido como “los tres amigos” que, siguiendo órdenes de Trump, coordinaba la política hacia Kiev con Giuliani.
“El secretario Perry, el embajador Volker y yo trabajamos con el señor Rudy Giuliani en asuntos de Ucrania bajo la dirección expresa del presidente de Estados Unidos”, señaló.
En su declaración, Sondland confirmó la existencia de “quid pro quo”, una expresión latina que significa dar algo a cambio de otra cosa y que está en el centro de las pesquisas.
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“¿Hubo “quid pro quo? (…) Con respecto a la llamada solicitada de la Casa Blanca y la reunión de la Casa Blanca, la respuesta es sí”, dijo el diplomático en su testimonio de apertura.
Estas afirmaciones tomaron por sorpresa a la bancada republicana, dado que esperaban que el testimonio de Sondland protegiera los intereses de Trump.
La expectación por el testimonio de Sondland había aumentado en las últimas semanas porque, tras negar cualquier negligencia en su comparecencia inicial a puerta cerrada, dijo a los investigadores que el resto de testimonios le habían “refrescado la memoria” y reconoció que él mismo comunicó en septiembre a Kiev que no les entregarían la ayuda hasta que ellos investigaran a los demócratas.