Elliott Abrams, el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, aseguró que las reticencias de la Unión Europea a imponer medidas más severas a Caracas “no han ayudado” a las negociaciones entre el Gobierno y la oposición del país latinoamericano auspiciadas por Noruega.
Para el comisionado de la administración Trump, se hace necesario que los países del viejo continente impongan nueva y más duras sanciones al régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
El diplomático estadounidense quien participa en una conferencia organizada por el centro de estudios German Marshall Fund en Bruselas, donde se reúne con funcionarios comunitarios, dijo hoy que “esperamos que la UE hará rápido aquello sobre lo que ha estado hablando, que es imponer sanciones personales adicionales”.
Puedes leer: Demandan al presidente Trump por echar a los inmigrantes enfermos del país
De acuerdo al agente especial para el caso venezolano, la idea es que la presión europea coadyuve en generar un “impacto psicológico, político y personal” sobre el régimen, que contribuya a “un regreso pacífico y negociado a la democracia y la prosperidad” en Venezuela.
Elliott Abrams criticó que la Unión Europea se resista a ampliar la lista de personas sancionadas, aunque en la actualidad ha penalizado a 18 personas que considera que han incumplido los principios democráticos y el Estado de derecho y que son responsables de “graves violaciones de los derechos humanos”.
Bruselas les ha prohibido viajar a su territorio y les ha congelado los activos que puedan tener en suelo europeo.
El funcionario estadounidense además dijo en Bruselas que es “un error de cálculo” el rechazo de los veintiocho a aprobar medidas punitivas adicionales.
Agregó que la UE afirma que no impondrá nuevas sanciones mientras perduren las negociaciones auspiciadas por Noruega, pero que si fracasan sí lo hará.
“¿Por qué no imponerlas ahora con la esperanza de que esa presión adicional empuje al régimen hacia un compromiso?”, se preguntó, e insistió en que las reticencias del club comunitario “no han sido de ayuda” en la negociación.
De hecho, subrayó que desde su perspectiva, nuevas sanciones “hacen más probable” el éxito en las conversaciones entre Gobierno y oposición.
Maduro suspendió el 7 de agosto las negociaciones que tenían lugar en Barbados, con el auspicio de Noruega, en vista de que el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, “celebra, promueve y apoya” las sanciones del Gobierno de Estados Unidos contra funcionarios del Ejecutivo y empresas venezolanas.
Puedes leer: Gobierno admite que niños inmigrantes separados sufren enfermedades mentales
El mandatario dijo que sumó a su protesta el presunto intento de Guaidó, que no controla la burocracia o las Fuerzas Armadas venezolanas, de “entregar” la amplia zona que Venezuela y Guyana se disputan desde el siglo XIX.
Abrams aseguró que un número de personas vinculadas al régimen de Maduro superior a los dieciocho individuos ya castigados por la UE “están usando Europa como una especie de complejo turístico”.
“Envían a sus familias aquí, sus esposas, sus amantes, sus hijos, sus cuentas bancarias están aquí… Tenemos informaciones reiteradas sobre las mansiones que compran, las salidas a discotecas de sus hijos adolescentes. Eso no debería estar pasando”, comentó.
Preguntado por si espera un cambio en la política de la UE sobre Venezuela con el próximo jefe de la diplomacia comunitaria y actual ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, quien en mayo criticó que Washington actuara como “un cowboy” en la crisis venezolana, Abrams respondió que aún no ha conocido al político español, pero manifestó su deseo de trabajar con él.
Recordó que Estados Unidos ya rechazó el término “cowboy” y que lo consideró “una declaración poco útil”.