No solo a caballo podría llegar el apocalipsis a Filadelfia, tal vez ya entró en el núcleo celular de un virus y la devastación podría estar sucediendo en estos instantes en el momento en que miles de personas y empresas han decidido trabajar desde casa para no volver jamás a las oficinas.
Esta visión que tiene un ojo en el vaticino y otro en la realidad, ha sido aportada por Thomas Koenig, un recién graduado de la Universidad de Princeton en Irlanda, PA., quien asistirá a la Facultad de Derecho de Harvard en el otoño de 2021.
En un artículo publicado en la sección “EYES ON THE STREET” de WHYY, este joven visionario sostiene que la economía del trabajo desde casa es la próxima amenaza que enfrenta Filadelfia, una ciudad que espera de sus autoridades movimientos rápidos y preclaros para que las sombras de más pobreza no se asienten en su geografía.
Puedes leer: Dario Bellot estima que el regreso a clases será bajo el modelo híbrido
Es una verdad que no solo está dada para la urbe más grande de Pensilvania, es una realidad para toda la nación: “La pandemia nos ha cambiado a todos, y ha cambiado nuestra ciudad y sus perspectivas para el futuro también”.
La muerte de “la oficina”
Con una muy fina e hilvanada narrativa Koenig expuso que el virus promete trastornar la vida diaria, no sólo en las pequeñas formas – la muerte de los apretones de manos – sino también en las grandes – como la drástica expansión del “trabajo desde casa”.
“Tanto en la ciudad como en el resto de la nación, los oficinistas se han convertido en oficinas en casa. El trabajo a distancia promete ahorrar a las empresas inmensas cantidades de dinero en costos de bienes raíces, y ya han comenzado a surgir tecnologías innovadoras que hacen que el establecimiento sea más eficiente y menos frustrante tanto para los empleadores como para los empleados”.
De acuerdo al graduado de la Universidad de Princeton “la cantidad de ingresos fiscales perdidos podría ser asombrosa si esos trabajadores no regresan a la ciudad. Si las empresas se mueven de las torres de oficinas a la nube, dejarán de pagar los impuestos de bienes raíces de la ciudad. Los trabajadores de los suburbios que solían viajar a la ciudad ya no pagarán el impuesto sobre el salario más alto de la nación. No llenarán los restaurantes del Barrio Chino en el almuerzo ni harán cola para las ensaladas Sweetgreen.
Una vez más, no sabemos exactamente cuál será el alcance del agotamiento de los ingresos fiscales, pero promete ser sustancial.
Líderes deben mover la “masa gris”
Es una tarea urgente. Desde luego que lo planteado por Thomas Koenig es una visión apocalíptica, poer no por ellos “imposible”. El universitario es firme al hacer una llamado a la oficina del alcalde, el ayuntamiento y otros líderes cívicos, políticos y empresariales que deben empezar a pensar creativamente en cómo hacer frente a la posibilidad de una pérdida de ingresos importante y sostenida.
De acuerdo a él “una idea es conseguir que los negocios y los dueños de propiedades donen recursos – bienes raíces, dinero u otros activos – a la ciudad en la salida. Piense en ello como un regalo de ‘salida’. Una ciudad que lucha contra la pobreza ha proporcionado a estos negocios una gran cantidad de trabajadores creativos, una excelente ubicación y un acceso cercano a las principales universidades durante años. Mientras los líderes corporativos expresan su apoyo a la diversidad, la inclusión y la justicia racial, los líderes de la ciudad deberían presionarlos para que pongan su dinero donde está su boca, literalmente. No se puede enmarcar a su empresa como co-guerrera en la lucha contra el racismo y la desigualdad si se huye de una ciudad que lucha contra la pobreza persistente y una gran brecha de riqueza racial sin ni siquiera un ‘gracias’”.
Reinventar es la salida
“Esta podría ser una oportunidad para que la ciudad trabaje con socios para crear nuevos centros comunitarios o sitios de capacitación laboral donde los habitantes de Filadelfia puedan ir a aprender habilidades laborales críticas del siglo XXI. Piensa de manera creativa y actúa rápido. Tenemos que planear ahora para no ser tragados enteros por la fuga de capitales que podría plagar Philadelphia en los próximos meses y años”.
“Pero aprovechar la ayuda de los socios comunitarios críticos y de las empresas que están aquí para quedarse no es la única manera en que esto podría funcionar en un momento en el que Filadelfia no puede permitirse nuevos costos”.
Puedes leer: La incertidumbre guía reapertura de las escuelas en Filadelfia y en EE.UU.
“¿Es descabellado pensar que las Águilas, los Filis, los Sixers y los Flyers podrían contribuir a estos esfuerzos de varias maneras? Connor Barwin, un antiguo defensa de las Águilas y actual asistente especial de las Águilas, parece estar listo para marcar la diferencia. Su organización sin fines de lucro, Make the World Better, está comprometida con la revitalización de parques y espacios públicos en comunidades marginadas”.
“Tal vez el Ayuntamiento podría ponerse a trabajar este verano y saltarse su receso normal de verano. Estos son tiempos extraordinarios. Al menos llama a Barwin y a otros líderes de organizaciones sin fines de lucro para que empiecen a discutir y crear un plan para lidiar efectivamente con la próxima fuga de capitales provocada por la expansión del trabajo desde casa”.