La temporada de los Philadelphia Eagles terminó este domingo con la derrota ante los New Orleans Saints 14-20.
Después de superar una gran cantidad de lesiones esta temporada para colarse en los playoffs y luego de sobrevivir en Chicago la semana pasada, los Eagles estaban en la puerta de una candidatura milagrosa para regresar.
Pero repentinamente la magia había llegado a su fin. El sueño de repetir el campeonato se evaporó.
Al momento de hacer revisiones destaca el drop de Alshon Jeffery, una jugada que será recordada como determinante en la derrota de Filadelfia.
Nick Foles lanzó un pase a Alshon Jeffery. La pelota se deslizó por las manos del receptor y aterrizó en el estómago del esquinero de los Saints, Marshon Lattimore. Drop. Intercepción. La opción de un regreso se esfumó.
Esta intercepción encarnó las dificultades que enfrentaron los Eagles en los últimos minutos de la derrota ante los Saints.
Un desconsolado Jeffery confesó en el vestuario: “Dejé que mis compañeros cayeran. Dejé caer la ciudad de Filadelfia. Eso es cosa mía. Volveremos el año que viene”.
“Una jugada no me define. Todos los grandes han perdido jugadas para ganar el juego. Eso es parte del fútbol americano. Simplemente odié la forma en que sucedió, en los playoffs, y fue en el último momento”, explicó Jeffery.
El entrenador de los Eagles, Doug Pederson, se pronunció respecto a las consecuencias anímicas que jugadas cruciales de este tipo pueden tener sobre un valioso elemento como Jeffery. “Es realmente difícil porque está deprimido”.
En su mensaje al jugador resaltó sus cualidades mostradas durante la campaña. “Se trata de mantener una actitud positiva. Ha hecho muchas capturas importantes para nosotros esta temporada y seguirá haciéndolo. Solo tiene que mantener la cabeza en alto. Es un jugador demasiado bueno y será mejor, pero le dije que mantuviera la cabeza erguida”.
El quarterback Nick Foles se mostró tranquilo sobre si seguirá con el equipo aunque recalcó su agradecimiento a la ciudad de Filadelfia y sus aficionados.
Foles demostró que no fue una casualidad la carrera de la temporada pasada en Filadelfia, donde terminó como el más valioso del Super Bowl y ayudó a guiar a los Eagles a regresar a los playoffs con tres victorias consecutivas para cerrar la campaña.
Su serie ganadora en la victoria de Wild Card sobre los Chicago Bears mostró su habilidad y su gran capacidad de juego en el crisol de un partido de playoffs de la NFL. La magia, sin embargo, se quedó corta el domingo en Nueva Orleans.
El quarterback dijo después de la derrota ante Saints que no posee planes concretos respecto a su futuro.
“Realmente no me voy a preocupar por eso ahora. Haré lo que pueda para disfrutar de este viaje con mis compañeros y veremos qué pasa”, declaró Foles.
El mariscal agradeció a los fanáticos de Philly por su apoyo. Si el domingo fue su último partido con una camiseta de los Eagles, el jugador será una leyenda por haber conducido al equipo a su primera victoria en el Super Bowl en la historia de la franquicia.
“Creo que lo importante es lo que la ciudad significa para mí”, dijo Foles. “Siempre me ha dado la bienvenida a mí y a mi familia. Realmente ha sido un placer vivir allí, ser parte de todo y vestir el verde y la camiseta. Pudimos hacer algo. Cosas realmente especiales”.
“Disfruté cada momento y siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. La ciudad, los fanáticos, la gente (…) Veremos qué sucede, pero he disfrutado de todo”, aseguró Foles.
Por: José Espinoza