El odio, intolerancia, racismo y xenofobia de algunos ciudadanos británicos encontró en la final de la Eurocopa entre Inglaterra e Italia la excusa perfecta para resurgir con más fuerza.
Como Marcus Rashford, Bukayo Saka y Jadon Sancho fueron los jugadores ingleses que fallaron sus penales, ocasionando la derrota de su equipo, cientos de aficionados han vitoreado insultos racistas contra ellos en redes sociales.
De hecho, un mural en Manchester en homenaje a Rashford amaneció vandalizado con insultos que alegan al racismo que las autoridades taparon inmediatamente. Boris Johnson y Priti Patel, el ministro del Interior británico, condenaron las acciones racistas de los hooligans contra los jugadores negros.
Sin embargo, muchos calificaron de «hipócritas» estas posturas ya que ambos se han opuesto en el pasado a condenar a los aficionados que abuchean a los jugadores que se hincan durante las ceremonias de los himnos, como solidaridad con el movimiento Black Lives Matter.
«Puedo aceptar las críticas a mi actuación, mi penalti no fue lo suficientemente bueno, debería haber entrado, pero nunca me disculparé por quién soy y de dónde vengo. No he sentido más orgullo que llevar esos tres leones en el pecho y ver a mi familia animándome ante una multitud de decenas de miles de personas», escribió el delantero, Marcus Rashforden un mensaje publicado en sus redes sociales.
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«Ni siquiera sé por dónde empezar y ni siquiera sé cómo poner en palabras cómo me siento en este momento exacto», comenzó el texto del jugador del Manchester United, quien admitió que ha tenido una temporada «difícil» y que quizás llegó al momento clave del último partido del curso «con falta de confianza».
«Todo lo que puedo decir es que lo siento. Ojalá hubiera salido de manera diferente», lamentó Rashford, que quiso alzar su voz por sus compañeros de selección tras un verano en el que ha disfrutado de una de las mejores concentraciones de su carrera en la que el grupo ha construido una hermandad «que es inquebrantable».
«Las comunidades que siempre me rodearon continúan sosteniéndome. Soy Marcus Rashford, 23 años. Hombre negro de Withington y Wythenshare, al sur de Manchester. Gracias por todos los bonitos mensajes. Volveré más fuerte. Volveremos más fuertes», concluyó el texto del delantero internacional del Manchester City.