En un encuentro con periodistas extranjeros, el papa Francisco expresó su respeto por la prensa, a pesar de lo que describió como su papel en resaltar la “herida” dentro del Iglesia.
Desde 1988 un pontífice no se reunía con periodistas extranjeros. El último en hacerlo fue Juan Pablo II.
En el discurso pronunciado durante la audiencia realizada en la Sala Clementina del Vaticano, el Santo Padre expresó a los periodistas extranjeros estima por su trabajo “incluso cuando ponen el dedo en la llaga” pero añadió que “quizás la llaga está en la comunidad eclesial”.
“La suya es una inapreciable labor porque contribuye a la búsqueda de la verdad, y solo la verdad nos hace libres”, agregó.
Francisco instó a los periodistas a darle voz a quienes no la tienen y a ser un instrumento para construir, en lugar de destruir. Además les pidió evitar propagar las noticias falsas.
Te puede interesar:El Papa Francisco aceptó la renuncia del arzobispo de Santiago de Chile
El Santo Padre los exhortó a trabajar “según la verdad y la justicia, para que la comunicación sea verdaderamente un instrumento para construir, no para destruir; para encontrarnos, no para chocar; para dialogar, no para monologar; para orientar, no para desorientar; para comprender, no para incomprender; para caminar en paz, no para sembrar odio; para dar voz a los que no la tienen; para dar voz, no para ser un megáfono a los que gritan más fuerte”.
Por otro lado, Francisco advirtió que los periodistas humildes no son mediocres, sino más bien conscientes de que a través de un artículo, un tuit, la televisión o la radio en directo se puede hacer el bien, pero también, si no se es cuidadoso y escrupuloso, el mal se hace a los demás y a veces a comunidades enteras.
Por ello pidió tener atención con las noticias falsas (fake news). “La información falsa puede extenderse hasta el punto de parecer auténtica. Por esta razón, los periodistas siempre deben considerar el poder de la herramienta a su disposición, y resistir la tentación de publicar noticias que no han sido suficientemente verificadas”.
Apeló a la humildad y valentía de los comunicadores para no caer en estas prácticas. “En un momento en que mucha gente está difundiendo noticias falsas, la humildad te impide vender el alimento dañado de la desinformación y te invita a ofrecer el buen pan de la verdad”, dijo.
Por último, Francisco explicó que “el periodista humilde y libre trata de decir lo bueno, aunque más a menudo es el mal el que hace las noticias” por lo que animó a seguir informado “esa parte de la realidad que gracias a Dios sigue siendo la más extendida: la realidad de los que no ceden a la indiferencia, de los que no huyen ante la injusticia, sino que construyen con paciencia y en silencio. Hay un océano sumergido de bien que merece ser conocido y que da fuerza a nuestra esperanza”.
“Los invito a ser un espejo que sepa reflejar la esperanza. Y deseo que sean mujeres y hombres humildes y libres, que son los que dejan una buena huella en la historia”, concluyó.
Al finalizar la audiencia, el papa Francisco saludó a cada uno de los periodistas presentes con sus familias y les regaló una copia del libro “Comunicar el bien. Las palabras del Papa Francisco”. Este volumen fue editado por la Librería Editorial Vaticana (LEV) en italiano y recopila algunos discursos de Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, en materia de comunicación.