Las primeras reacciones de los comerciantes fue bajar las “santamarías”. Así enfrentaron los lineamientos de restricción emanados desde Harrisburg y emprendidos en Filadelfia. Sin embargo la primavera de Pensilvania azotada por la pandemia sacó la creatividad de los gremios.
Desde el pasado viernes 20 y hasta el 1° de enero de 2021 estará en vigencia un nuevo formato de restricciones. El desestimulo para considerar a Pensilvania como destino es una de las medidas más fuertes.
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Si deseas entrar al segundo estado de la Unión deberás presentar una Prueba de Proteína Reactiva (PCR) para determinar que no eres portador del coronavirus. La alternativa al test es someterte a cuarentena. La directriz emanada de Harrisburg aplica a los pensilvanos que salgan del estado y regresen.
Comerciantes y la primavera de Pensilvania
Desde luego que muchos aprendizajes dejaron en el sector comercio el impacto de la primera ola de la pandemia por coronavirus. La primavera de Pensilvania ha sido una escuela y los negocios que quedaron con una válvula de oxígeno abierta tendrán que inventar.
Donde los candados se han colocado de manera irreversibles es en teatros, cines, gimnasios, boleras, salones de juego, museos, bibliotecas y los restaurantes indoor. Para muchos comerciantes entrevistados por los medios locales las restricciones son una dramática pérdida económica.

No solo no serán redituables las inversiones hechas para la temporada de fiestas, sino que nuevamente deberán echar personal a la calle. Además será difícil para los comercios. Tenemos encima un Black Friday y Cybermonday. Los negocios deben explicar a las personas las reglas. Solo pueden permanecer en el mall o tienda 5 personas por cada 1.000 pies cuadrados.
Sin embargo la fe en la capacidad humana de reinventarse está activa. La apuesta esta en ver los mecanismos que usarán comerciantes y gremios para sobrevivir.
Filadelfia y las lecciones recientes
Las ventanas de oxígeno dejadas para el comercio en esta nueva ronda de restricciones son más flexibles que las de la primavera de Pensilvania. Al menos en Filadelfia vimos el trabajo de la Greater Philadelphia Hispanic Chamber. Creó proyectos para apoyar a sus agremiados en el sector de la restauración. Sabemos que es invierno y que las cosas se ponen más duras en esta temporada. No obstante los filadelfianos destacan por su inventiva.
Es verdad que el 2020 ha sido cruel con todos. Pero el final de año no será tan riguroso con las barberías, salones de belleza y servicios personales que seguirán operando. Esos negocios deben crear un modelo para mantener las sillas ocupadas mientras todos usan máscaras.

También el desempleo será menor. Las tiendas de comestibles, mercados de granjeros, farmacias, Bancos, construcción y Jardinería laborarán con las restricciones sanitarias. También pueden operar los servicios de construcción, renovación, reparación y mantenimiento de viviendas.
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La fabricación y almacenamiento, al igual que las operaciones y transacciones inmobiliarias seguirán activas. De igual forma los servicios de atención médica y servicios de apoyo en el hogar, como los de salud en casa.
Es cierto que el sector comercio tiene razones para estar molesto. Sin embargo la primavera de Pensilvania lo preparó para el reto. Hay que volver a reunir fuerzas y salir a enfrentar con creatividad este nuevo obstáculo de la vida.