El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó el Plan Conjunto de Atención a Instalaciones Estratégicas de Petróleos Mexicanos con el propósito de combatir el robo de combustible.
La iniciativa pretende atacar el delito que en 2018 significó de acuerdo a datos oficiales, pérdidas al erario público por 60.000 millones de pesos (3.000 millones de dólares) en la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
El plan involucra la participación de las Fuerzas Armadas en labores de monitoreo y resguardo de instalaciones petroleras.
“Lo establece la Constitución, es un asunto de seguridad nacional, seguridad interior, y puede entrar el Ejército y la Marina”, detalló el mandatario en la inauguración del proyecto estratégico.
El robo de combustible o “huachicoleo” se ha convertido en uno de los problemas de seguridad más serios del país e involucra a empresarios, pueblos rurales, empleados de gobierno y carteles de narcotráfico.
“Huachicol” viene de la palabra en lengua maya “huach” o “waach”, según los especialistas, un término usado para referirse a los “forasteros”. La Academia Mexicana de la Lengua explica en su Diccionario de Mexicanismos que la palabra fue castellanizada a “huache” o “guache” y que su acepción cambió a la de “ladrón”.
La implementación del plan de seguridad se ha topado con una realidad muy compleja con múltiples modalidades delictivas.
“No estamos sólo hablando del llamado huachicol, la ordeña de ductos”, aclaró el presidente refiriéndose al descubrimiento de una red dedicada a robar y distribuir hidrocarburos que funcionaba desde la misma Pemex.
Según las investigaciones gubernamentales este grupo extraía diariamente el equivalente a 600 carros cisternas de gasolina, conocidas como pipas con capacidad de 15.000 litros cada una.
Ana Lilia Pérez Mendoza, autora del libro “El cartel negro”, que documenta el robo de combustibles a Petróleos Mexicanos (Pemex) identifica tres modalidades de robo de combustible.
La primera es a través de tomas clandestinas que en los últimos años creció de forma importante. Se trata de un tipo de red paralela a los poliductos que permite la extracción permanente de combustible y que cuenta con una red de casas y bodegas situadas a corta distancia de los ductos donde se guarda el combustible extraído ilegalmente.
Explica la especialista que en esta modalidad participan bandas locales pero también grupos de narcotráfico
Cita a Tamaulipas en donde se ha descubierto una operación del cartel de Los Zetas cuyos miembros están “vinculados con empleados de Pemex”. Aquí se extraía un producto llamado condensado de gas que se utiliza para refinar gasolina de alta calidad y su mercado principal se encuentra en Estados Unidos.
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“Los Zetas lo llevaban en pipas que cruzaban la frontera o por los ductos que instalaron”, cuenta Pérez Mendoza.
La segunda modalidad de “huachicoleo” es a través de pipas o camiones cisterna.
Para cargar la gasolina es necesario contar con una factura o recibo que ampare la cantidad de hidrocarburo que se compra en los centros de almacenamiento.
Pero en muchos casos los empleados de Pemex permiten que, con un solo documento, las pipas obtengan dos o tres cargas de combustible
“En esta modalidad de robo tienes la colaboración absoluta del personal de Pemex”, dice la especialista.
La tercera modalidad es con barcos que transportan el combustible por vía marítima.
La especialista cuenta que se han detectado decenas de embarcaciones que zarpan de Ciudad del Carmen, Campeche, en el sureste y cruzan el Golfo de México para llevar hidrocarburos a puertos en Tamaulipas, en el noroeste
Las estrategias del gobierno para combatir este complejo problema económico y social, continúan siendo aplicadas. López Obrador, anunció que reforzará la vigilancia en 1.600 kilómetros de ductos de Pemex para evitar el multimillonario robo de combustible, implementó un cambio en el modelo de suministro de Pemex, que conllevó cerrar ductos y transportar el hidrocarburo por pipa (camión cisterna).
Esta modificación ha provocado problemas de abastecimiento en al menos diez estados y en la Ciudad de México, así como cierre de estaciones de servicios y compras de pánico.
Por: José Espinoza