Adriana Smith fue conectada a soporte vital el 19 de febrero, luego de ser declarada con muerte cerebral a las ocho semanas de embarazo, debido a coágulos en el cerebro.
En Georgia, Atlanta, se le hizo una cesárea el pasado 13 de junio y fue desconectada del soporte vital, según informó su familia. El niño pesó alrededor de 830 gramos.
Adriana fue mantenida con vida debido a las restricciones locales sobre el aborto. Su caso consternó al país, donde el acceso al aborto ha cambiado radicalmente desde que la Corte Suprema, de mayoría conservadora, anulara el derecho federal a interrumpir el embarazo en junio de 2022.
Desde entonces, más de 20 de los 50 estados, incluida Georgia, han impuesto límites estrictos al aborto, o incluso prohibiciones totales.
“El viernes 13 de junio de 2025, su hijo, llamado Chance, nació prematuramente aproximadamente a las 4H41 mediante una cesárea de emergencia”, informaron tres congresistas demócratas en un comunicado.
Chance se encuentra en el servicio de cuidados intensivos neonatal, añaden, y la madre fue desconectada del soporte que la mantenía viva.
Smith, una enfermera negra, sufrió fuertes dolores de cabeza en febrero a las nueve semanas de embarazo. Acudió al hospital, pero solo le recetaron medicamentos.
A la mañana siguiente fue llevada al hospital donde trabajaba. Los médicos encontraron múltiples coágulos de sangre en su cerebro.
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La ley de Georgia prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo. Como Smith estaba de nueve semanas, los médicos dudaron en hacer algo que pudiera quebrantar la ley, según su madre, April Newkirk.
“Esta decisión debería haberse dejado en nuestras manos”, declaró la madre a la emisora local de NBC WXIA-TV a mediados de mayo.
“No estoy diciendo que hubiéramos elegido interrumpir su embarazo, lo que estoy diciendo es: deberíamos haber tenido una opción”, añadió Newkirk.
En su momento, la oficina del fiscal general de Georgia, Chris Carr publicó una declaración afirmando que la ley de seis semanas de Georgia no requiere que los profesionales médicos mantengan con vida a las mujeres con soporte vital después de ser declaradas con muerte cerebral.
“Retirar el soporte vital no es una acción que tenga como propósito interrumpir un embarazo”, dijo la portavoz de Carr, Kara Murray, en el comunicado.
¿Qué pasa con la familia?
Smith era también madre de un niño de 7 años, quien hasta ahora cree que su mamá solo ha estado dormida todo este tiempo, según señalaron los medios locales.
Newkirk lanzó una campaña en GoFundMe para apoyar a la familia de Smith, pues aún deben asumir los gastos de salud. Cuando se hicieron los primeros esudios, Newkirk dijo que su nieto podría estar ciego, no poder caminar o incluso tener dificultades para sobrevivir debido a las complicaciones de salud de su hija.
Un estudio reseñado por la BBC afirmó que las tasas de mortalidad infantil han aumentado en los estados de EE.UU. que han promulgado prohibiciones del aborto.
“Los investigadores estiman que hubo 478 muertes infantiles en 14 estados que tienen prohibiciones absolutas o restricciones severas, lo que, según ellos, no habría ocurrido si las leyes no hubieran estado vigentes”, señaló el medio de comunicación británico sobre el estudio publicado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de John Hopkins.
Con información de AFP