Después de 29 años en el poder, el presidente de Sudán, Omar Al Bashir, fue derrocado y arrestado, informó el ministro de Defensa del país africano, Awad Ibn Ouf.
En una alocución por la televisión estatal, el ministro informó que el Ejército había decidido tomar el control del país durante un periodo de transición de dos años, al que seguirá una convocatoria a elecciones.
También indicó que se ha declarado un estado de emergencia en todo Sudán que se extenderá por 90 días.
En los últimos meses se habían registrado fuertes protestas contra Al Bashir, quien llegó al poder en junio de 1989.
Awad Ibn Ouf anotó que la Constitución del país ha sido suspendida, los puestos fronterizos permanecen clausurados hasta nuevo aviso y el espacio aéreo estará también cerrado por 24 horas.

Al Bashir ha sido acusado por la Corte Penal Internacional por crímenes en contra de la humanidad ocurridos en la región de Darfur y pesa sobre él una orden de captura.
La orden de captura internacional le ha significado una prohibición para viajar a otros países. Sin embargo, en los últimos años ha logrado visitar a Egipto, Arabia Saudita y Sudáfrica.
Aún se desconoce cuál será el destino del político sudanés, de 75 años, ahora que fue desplazado del poder. Al Bashir se encuentra bajo arresto domiciliario en la residencia presidencial ubicada en la sede del ejército.
Medios locales reportaron en las primeras horas de este jueves que vehículos militares habían ingresado a un complejo militar donde se encontraba la residencia de Al Bashir.
La televisión estatal interrumpió su programación habitual con el anuncio de que el ejército entregaría un comunicado.
Mientras tanto, miles de personas salieron a las calles de la ciudad de Jartum, capital del país, entonando el cántico “ha caído, hemos ganado”.

Al principio, las movilizaciones en contra del gobierno comenzaron como consecuencia del elevado costo de vida en el país, pero poco a poco las protestas pasaron a exigir la salida de Al Bashir y todo su gabinete.
La policía ordenó no repeler las protestas, pero varios grupos defensores de los Derechos Humanos criticaron a Al Bashir por la dura respuesta en contra de las movilizaciones.
Funcionarios del gobierno indicaron que 38 personas habían muerto desde el inicio de las marchas callejeras, en el mes de diciembre de 2018.
En febrero de este año, cuando las marchas estaban en su punto máximo y se pensaba que el mandatario iba a renunciar, Al Bashir decidió declarar un estado de emergencia nacional.
El derrocado presidente perteneció al ejército de Sudán y llegó al poder después de un golpe de Estado en 1989.
Su gobierno ha estado signado por la guerra civil. El feroz conflicto en el sur del país finalizó en 2005 y Sudán del Sur se convirtió en una república independiente en 2011.