El presidente Donald Trump anunció un bloqueo naval de los “buques petroleros sancionados” que salgan o se dirijan a Venezuela, en una nueva escalada de su campaña de presión sobre Caracas.
“Hoy ordeno un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entren y salgan de Venezuela”, escribió Trump en su plataforma Truth Social, días después de que fuerzas estadounidenses incautaran un petrolero frente a la costa venezolana.
Trump también dijo que la flota estadounidense concentrada en el Caribe “solo seguirá creciendo” hasta que Venezuela devuelva “a los Estados Unidos de América todo el petróleo, la tierra y otros activos que anteriormente nos robaron”.
En su mensaje, el republicano justificó el bloqueo al afirmar que “el régimen venezolano había sido designado como una organización terrorista internacional” por su administración.
Venezuela calificó de “irracional” y de “grotesca amenaza” el bloqueo anunciado por Trump.
“El presidente de los Estados Unidos pretende imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval a Venezuela con el objetivo de robarse las riquezas que pertenecen a nuestra Patria”, afirmó el gobierno venezolano en un comunicado emitido la noche del martes.
Washington sacudió al mercado petrolero el pasado 10 de diciembre al asaltar y decomisar un buque cisterna que estaba sancionado por el Departamento del Tesoro, y que acababa de salir de Venezuela cargado de petróleo.
Estados Unidos se quedó con el buque y el crudo, lo que fue calificado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro de “robo descarado”.
Paralelamente, Washington anunció sanciones contra seis empresas del sector de transporte de crudo y seis buques cisterna.
Aislada internacionalmente, Venezuela se ve obligada a utilizar esos buques “fantasma”, que cargan crudo venezolano a un precio muy inferior al del mercado, para poder colocarlo esquivando las sanciones financieras en su contra.
Actualmente Caracas produce unos 930.000 barriles diarios, y la mayor parte de sus exportaciones van a parar a China.
Estados Unidos tiene desplegada una gran flotilla en el Caribe y el Pacífico, encabezada por el portaaviones “USS Gerald Ford”, el mayor del mundo.
Un bloqueo de sus puertos al tráfico petrolero significaría enormes dificultades para el régimen, coinciden los analistas.
“Significativo”
La inclusión de esas navieras y buques directamente en una lista de sanciones “es un escalamiento muy significativo”, declaró a la AFP Francisco Monaldi, director del Programa de Energía de América Latina del Instituto Baker (Texas), cuando se produjo ese anuncio.
Esos seis buques se hallaban en puertos venezolanos cuando se conoció la medida, detalló el experto.
“Están esperando a que [cada buque] salga del país para detenerlo”, explicó.
“Eso, combinado con que quizás algunos barcos literalmente dicen ‘no vuelvo a Venezuela’, pueden llevar a que haya una caída tanto del precio como del volumen exportado. Si además cae la exportación, el problema que tiene Venezuela es que no tiene mucha capacidad de almacenar crudo. Entonces, tiene que parar la producción o cerrar cierta parte de la producción”, explicó.
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“El régimen ilegítimo de Maduro está utilizando el petróleo de estos yacimientos petrolíferos robados para financiarse, el narcoterrorismo, la trata de personas, el asesinato y el secuestro”, acusó Trump en su mensaje en Truth Social.
El buque decomisado estaba relacionado con Irán y Hezbolá, según Estados Unidos.
Maduro, que rechaza de plano las acusaciones de narcotráfico, acusa a Trump de querer apoderarse de las riquezas naturales del país.
El caso Chevron
La relación entre Washington y Caracas es ambigua en cuanto a petróleo se refiere, puesto que el gobierno Trump renovó, aunque con cambios, la licencia que el anterior gobierno de Joe Biden había concedido a la petrolera Chevron para operar en el país sudamericano, que cuenta con enormes reservas de crudo y gas.
Chevron extrae y vende el crudo venezolano gracias a ese acuerdo, con lo que parte de la producción venezolana escapa a las sanciones.
“Las operaciones de Chevron en Venezuela continúan sin interrupciones y en pleno cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables a su negocio, así como de los regímenes de sanciones previstos por el gobierno de Estados Unidos”, explicó un portavoz de la petrolera, Bill Turenne, en un correo electrónico enviado a la AFP.
Chevron representa el 10% de la producción nacional venezolana, gracias a una empresa mixta con la petrolera estatal PDVSA.
Pero tras los cambios en su licencia introducidos por el gobierno Trump, Chevron ahora solo puede exportar el 50% que le corresponde de esa “joint venture”.
El otro 50% Venezuela tiene que tratar de exportarlo por su propia cuenta.
Por: AFP
































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