La Casa Blanca anunció que no exigirá presentar una prueba negativa de COVID-19 para ingresar al país por vía aérea. La decisión fue incorporada al protocolo de manejo contra el coronavirus de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El plan se había aprobado a finales de enero de 2020 cuando Donald Trump aun estaba en el poder. El gobierno de Joe Biden endureció la medida en noviembre de 2021, en medio del incremento de los contagios de la variante ómicron.
Los mayores de dos años que abordaran un vuelo desde el extranjero debían presentar una prueba negativa menos de un día antes del despegue, independientemente de su estado de vacunación.
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Pero las aerolíneas comenzaron a presionar en febrero de este año para que se levantaran las restricciones pues argumentaron que desincentivaban el turismo, así el país decidió que no exigirá las pruebas.
Un vocero de la presidencia, Kevin Muñoz anunció en su cuenta en Twitter el levantamiento de este requisito, y que las autoridades sanitarias seguirán «evaluando las necesidades con base en la ciencia y el contexto de circulación de las variantes».
A partir de abril, también Estados Unidos no exigirá el uso obligatorio de mascarilla en el transporte público, en particular en los aviones.