El príncipe Harry y Meghan Markle iniciaron el año tomando nuevas decisiones en sus vidas. Anunciaron que retiran de la realeza británica luego de varios meses de reflexión y discusiones internas.
A través de un comunicado que circuló por los medios de comunicación, los duques expresaron que “tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, mientras continuamos apoyando plenamente a Su Majestad, la Reina. Es con su aliento, particularmente en los últimos años, que nos sentimos preparados para hacer este cambio”.
Harry y Meghan continuaron el comunicado asegurando que planean equilibrar el tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, honrando, además, el deber hacia la Reina, la Commonwealth y sus patrocinios.
“Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para centrarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa. Esperamos compartir todos los detalles de este emocionante próximo paso a su debido tiempo, mientras continuamos colaborando con Su Majestad, el príncipe de Gales, el duque de Cambridge y todas las partes relevantes”.
La decisión se produce días después de las vacaciones de seis semanas de la pareja real en Canadá. Pasaron un tiempo en familia con su hijo Archie, de ocho meses.
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Los duques, que se casaron en mayo de 2018 en una majestuosa boda en el castillo de Windsor habían decidido pasar las fiestas alejados de la Reina y del resto de la familia real. Ahora, tal y como han comunicado, su hogar estará entre el Reino Unido y América del Norte.
El matrimonio de Harry y Meghan se ha visto afectado por las duras críticas que reciben de la prensa por sus excesivos gastos, y su desesperado intento de privacidad, ya que incluso se negaron a revelar dónde nació su hijo Archie y quiénes eran sus padrinos.
Los duques y su hijo se hospedaron en una mansión frente al mar valuada en 10 millones de dólares, siendo uno de los lugares más bellos de la isla de Vancouver, por donde fueron vistos caminando con amigos por la zona.
El anuncio no llama la atención después que de los propios duques reconocieran que “no estaban bien” por la dura batalla que enfrentaban con algunos tabloides británicos.
En octubre, Harry anunció que su esposa tomaba acciones legales contra un tabloide por publicar una carta privada a su padre. “Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa ser víctima de las mismas fuerzas poderosas”.
Markle demandó al periódico británico The Mail on Sunday y a su empresa matriz, Associated Newspapers, por “mal uso de la información privada, infracción de los derechos de autor”.
“Esta propaganda implacable tiene un costo humano, específicamente cuando es deliberadamente falsa y maliciosa, y aunque hemos seguido adelante, no puedo comenzar a describir lo doloroso que ha sido”, expresó Harry en la extensa nota.
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En búsqueda de su independencia, el año pasado, la pareja real dejó el palacio de Kensington, donde vivían con los duques de Cambridge, para mudarse a su nuevo hogar, Frogmore Cottage. La mansión está ubicada en los jardines colindantes al castillo de Windsor.