El quarterback Drew Brees de los New Orleans Saints conquistó en el pasado Monday Night Football el pedestal más alto de todos los tiempos en los registros de pases para “touchdowns” de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Una andana de efervescente entusiasmo inmediatamente llenó los portales deportivos y coronó de forma exprés a quien para el momento había acabado con la supremacía de Peyton Manning, quien defendió las camisetas de Indianapolis Colts y Denver Broncos y quien antes de retirarse en 2015 dejó el récord en 539 pases para touchdown.
Mientras todos en la casa de New Orleans gritaban “larga vida al rey Drew Brees”, los integrantes del castillo de los Patriots de Nueva Inglaterra tenían los datos ofrecidos por los matemáticos del equipo, que advertían que el reinado de Brees podría ser muy breve, debido a que Tom Brady, su quarterback estelar, tiene en sus arcas atesorados 538 pases para touchdown.
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Desde luego toda esta revisión no desmerita la hazaña de Drew Brees, quien tuvo como escenario el Mercedes-Benz Superdome, de Nueva Orleans, donde su equipo de los Saints se enfrentó a los Colts de Indianápolis en el partido del cierre de la Semana 15 de la NFL.
El veterano mariscal de campo llegó al partido con 538 pases de “touchdown”, e igualó a Manning desde la misma primera mitad.
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Brees se convirtió en el nuevo líder de todos los tiempos de pases de anotación al dar tres en el partido que permitió a los Saints encaminarse al triunfo arrollador de 34-7 ante los Colts.
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