Las fracciones que marcan las líneas del desempleo en los Estados Unidos han dado saltos agigantados y tras la pérdida de 3,8 millones de puestos de trabajo ubicadas en la última semana de abril el porcentaje nacional de parados pasó de un golpe de 10,3% a 14,7%.
El preocupante panorama está siempre de primero en la lista del presidente Donald Trump, quien frente a las novedades dijo hoy que el dramático aumento del índice de desempleo hasta el 14,7% en abril por el coronavirus “no es una sorpresa” dado que se ha tenido que cerrar la “economía artificialmente”, y prometió que “todos esos empleos volverán pronto”.
El desempleo se encuentra de este modo en niveles sin precedentes desde la Gran Depresión de 1930. El paro ha pasado en el país del 4,4 % registrado en marzo al 14,7 % en el mes siguiente, el mayor incremento de este indicador hasta la fecha.
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El número de desempleados aumentó en 15,9 millones hasta un total de 23,1 millones, reflejando así los efectos de la pandemia del coronavirus y los esfuerzos por contener los contagios.
El COVID-19 ha provocado una paralización económica en el país sin precedentes. El primer cálculo de evolución del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre del año registró una contracción del 4,8 %, pero se espera que las cifras del segundo trimestre sean peores.
La actividad lleva paralizada en EE.UU. desde mediados de marzo cuando comenzaron a aplicarse medidas extraordinarias de confinamiento, restricción de la movilidad y cierre de actividades para contener la expansión del brote del coronavirus SARS-CoV-2.
Trump, que se ha mostrado ansioso por reabrir la economía, aseguró que “todos estos puestos de trabajo volverán muy pronto”.
“El año que viene tendremos un año increíble”, sostuvo.
Los más afectados fueron los sectores de hostelería y restauración, con más de 7,6 millones de empleos destruidos, seguidos por el comercio minorista, con 2,1 millones de empleos; y el sector manufacturero con 1,3 millones de puestos de trabajo menos.
El participación en la fuerza laboral cayo al 60,2 % en abril, frente al 62,7% de marzo, lo que supone la cifra más baja desde 1973.
Estados Unidos alcanzó este jueves la cifra de 1.256.000 casos confirmados de COVID-19 y la de 75 mil 670 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
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El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 26.144 fallecidos. Solo en la ciudad de Nueva York han muerto 19 mil 540 personas.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 8 mil 807 fallecidos, Massachusetts con 4 mil 552 muertos y el estado de Illinois, que ha reportado 3 mil 111 decesos.