Vapear es actualmente una práctica común entre jóvenes, especialmente adolescentes, pero puede ser peligroso para la salud. Muchas personas usan el cigarrillo electrónico para dejar de fumar, pero la realidad es que también crea adicción.
Los cigarrillos electrónicos son conocidos por diferentes nombres, pueden lucir como cigarrillos, puros o tabacos, pipas, bolígrafos, encendedores, dispositivos de memoria USB u otras formas, pero básicamente incluyen una batería, una fuente de calor que calienta un líquido para convertirlo en un aerosol de partículas diminutas (a veces referido como “vapor”), un cartucho o depósito que contiene el líquido, y una boquilla utilizada para inhalar el aerosol. De ahí el término vapear.
El líquido en la mayoría de los cigarrillos electrónicos contiene nicotina, la misma sustancia adictiva que se encuentra en los cigarrillos convencionales y otros productos de tabaco, se explicó en la American Cancer Society. Sin embargo, los niveles de nicotina no son los mismos en todos los tipos de cigarrillos electrónicos.
Al vapear no solo se consume la nicotina sino también compuestos orgánicos volátiles (VOC) que pueden causar irritación en los ojos, la nariz y la garganta, dolores de cabeza y náuseas, y pueden causar daño al hígado, el riñón y el sistema nervioso; productos químicos saborizantes que pueden ser tóxicos; formaldehído, sustancia causante de cáncer que puede formarse si el líquido se sobrecalienta o no alcanza el elemento calefactor.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), a finales de 2019 se detectó en Estados Unidos la evali, una enfermedad que genera un daño pulmonar que puede ser mortal causado por vapear.
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La persona afectada puede creer que tiene gripe, pero, los signos pueden empeorar de forma acelerada con tos, dolor en el pecho, fiebre, vómito o pérdida de peso involuntaria. También se ha estudiado que los componentes de las esencias pueden producir una neumonitis química, es decir, una inflamación de los pulmones o dificultad respiratoria debido a la inhalación de vapores químicos o por aspirar y ahogarse con ciertos químicos. Vapear también puede estar relacionado con la disfunción eréctil.
Por otra parte, los cigarrillos electrónicos con baterías defectuosas han provocado incendios y explosiones, algunos han causado lesiones graves.
El riesgo de la nicotina
Un estudio reciente de los CDC halló que el 99 % de los cigarrillos electrónicos que se vendían en los lugares evaluados de los Estados Unidos contenían nicotina, esta sustancia puede dañar el cerebro en desarrollo de los adolescentes. El cerebro se sigue desarrollando hasta alrededor de los 25 años. Consumirla en esta etapa puede dañar las partes del cerebro que controlan la atención, el aprendizaje, el estado de ánimo y el control de los impulsos.
La venta de Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN) está prohibida en al menos 32 países, según señaló la Organización Mundial de la Salud.