La Organización Mundial de la Salud ha sido muy enfática en afirmas que la crisis climática es una crisis de salud para todos. Casi todos los indicadores de salud relacionados con el clima han empeorado en los últimos años, desde el aumento de las tasas de mortalidad hasta la creciente ansiedad climática.
Casi la mitad de la humanidad vive en zonas altamente susceptibles al cambio climático destacó la OMS, adicionalmente si se unen los años 2022 y 2023, la cifra de muertes por calor asciende a más de 100.000 personas de 35 países.
“La crisis climática no es solo una emergencia medioambiental, sino también un reto creciente para la salud pública”, declaró Katrín Jakobsdóttir, ex primera ministra de Islandia quien preside la Comisión Paneuropea sobre Clima y Salud.
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“Debemos reconocer que la interacción entre el aumento de las temperaturas, la contaminación atmosférica y los cambios en los ecosistemas como consecuencia del cambio climático inducido por el hombre ya está afectando a la salud y el bienestar de las comunidades de toda la región europea y del mundo”, añadió.
Pero el calor no es el único problema, las consecuencias también enumeran a la propagación de enfermedades infecciosas hasta las enfermedades relacionadas con el clima y la inseguridad alimentaria. “El cambio climático supone una amenaza grave y creciente para la salud humana”, puntualizó Andrew Haines, asesor jefe de la iniciativa.
La primera gran ola de calor de este año en Estados Unidos afectó a cerca de 160 millones de personas en el este del país, en ciudades como Washington, Baltimore, Philadelphia y Nueva York.
El año 2024 fue el más caluroso desde que hay registros y el primero que superó el límite de calentamiento de 1,5 °C fijado por el acuerdo climático de París, según la Organización Meteorológica Mundial.