Nueve de cada 10 especialistas en oncología pediátrica consultados en 20 países de América Latina retrasaron o aplazaron consultas de vigilancia con sus pacientes debido a COVID-19. Entre 58 y 33 por ciento disminuyeron los procedimientos ambulatorios, cirugías y sesiones de radioterapia.
Estas cifras fueron reveladas en un estudio publicado en The Lancet Oncology donde se analizó el impacto de la pandemia en niños con cáncer a través de una encuesta online realizada en abril entre 453 hematólogos oncológicos pediátricos de 20 países de América Latina.
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Los especialistas estiman que las interrupciones o cancelaciones de tratamientos podrían aumentar, y esto ocurrirá a medida que aumenten los casos por COVID-19, reflejados ya en naciones como Brasil, México o Venezuela. Las recaídas en pacientes que suspenden sus operaciones serían más frecuentes y la falta de consulta por nuevos casos tendría efectos graves en los nuevos pacientes.
Para este mes, los investigadores prevén publicar un segundo trabajo que analiza qué pasó durante el pico de la pandemia en Latinoamérica.
Essy Maradiegue, especialista del Departamento de Oncología Pediátrica del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (Perú) y coautora del estudio aseguró el aumento de casos de COVID-19 conllevaría a más problemas. «La sobrevida de los niños con cáncer supera 80 por ciento, pero por la pandemia hay pacientes que están perdiendo la posibilidad de recuperación».
Los niños tienen pocos o ningún síntoma cuando se contagian de COVID-19, aquellos que tienen cáncer tienen mayor riesgo. Por eso, evitar el contagio con el virus es prioritario. Pero ese cuidado, tiene como consecuencia una reducción o eliminación temprana del tratamiento.
Entre otros datos, 58% de los médicos consultados vio disminuidos los procedimientos ambulatorios; 45% tuvo cancelaciones de cirugías de cáncer y 33% de las sesiones de radioterapia.
De acuerdo SciDev.Net, en Brasil, el segundo país con más contagios de COVID-19 a nivel global y el primero en Latinoamérica, la mayoría de los pacientes no han cambiado su plan de tratamiento. Sin embargo, Perú, sexto país con más contagios en el mundo y el segundo en Latinoamérica, tiene una tasa de mortalidad de COVID-19 en niños con cáncer de 9,5%.
Igualmente, 73% de los profesionales encuestados aseguró que se habían reducido los transplantes de médula ósea y 36% dijo que hubo modificaciones de los regímenes de quimioterapia debido a la escasez de medicamentos.
La página oficial cáncer.gov hizo una lista de los posibles factores de riesgo de personas con cáncer ante el SARS-CoV-2. «Algunos tratamientos del cáncer, como la quimioterapia, suelen debilitar su sistema inmunitario (esto causa inmunodeficiencia) y aumentar su riesgo de tener COVID-19 grave», explicaron. Otros factores también aumentan el riesgo de COVID-19 grave:
- asma
- enfermedad de pulmón, corazón, hígado o riñón
- obesidad
- diabetes
- inmunodeficiencias, como el VIH y el SIDA
- antecedentes de tabaquismo
- antecedentes de trasplante de médula ósea o de órganos
- uso prolongado de corticoesteroides u otros medicamentos que debilitan el sistema inmunitario
Pero los cuidados tanto para niños como para adultos con cáncer, son los mismos e incluso haciendo mayor hincapié que los de la población general:
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca
- Láverse con frecuencia las manos con agua y jabón durante por lo menos 20 segundos, en especial después de ir al baño; antes de comer; después de sonarse la nariz, toser o estornudar; y antes y después del contacto con otras personas
- Quedarse en casa la mayor cantidad de tiempo posible
- Asegurarse de tener medicamentos y suministros para varias semanas, en caso de que sea necesario quedarse en casa por tiempo prolongado
- Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia, como picaportes, interruptores de la luz, teclados, mostradores, teléfonos, manijas, grifos, lavabos e inodoros