Una tormenta de supervisión se cierne sobre la Casa Blanca, una borrasca de contralorías que con sus aguas pretenden lavar sus aceras el partido republicano, que se ha visto involucrado en los supuestos desatinos del presidente Donald Trump, y a la vez es un chorro de presión para los demócratas, quienes desean desvelar los aparentes errores de la administración.
A estas alturas de la pandemia algunos estrategas republicanos dicen que sería inteligente que los senadores republicanos usaran la supervisión para distanciarse de algunos de los problemas de la administración y para pulir sus reputaciones con los independientes.
Las evidencias de descontrol tienen a los congresistas conservadores nerviosos. Las angustias nacen por cuestiones como estas: Los Angeles Lakers aseguró un préstamo de 4,6 millones de la Ley CARES. Empresas que cotizan en la bolsa como Shake Shack, Ruth’s Chris Steak House y Potbelly Sandwich Shop han accedido a préstamos.
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Sobre esa ola de desatinos en la cresta surfea el déficit de kit de pruebas para diagnosticar la COVID-19 junto a las apariciones públicas de Donald Trump, que nos ha dado en la diana para ser el líder de una nación que requiere de uno.
Republicanos se desmarcan
El investigador editorial Alexander Bolton, quien es parte del equipo de reporteros de profundidas que laboran para la empresa periodística The Hill, ha encontrado evidencias que apunta a una creciente presión el GOP resiente para ser más duro con su correligionario, el presidente Donald Trump.
El partido está pagando el error político de gobernar y su independencia endosada a la Casa Blanca se ha desvalorado, por lo que algunos congresistas han comenzado a lanzar cabos retóricos para intentar no hundirse en estos tiempos de coronavirus.
Al parecer ya no usarán más los “guantes de seda” y las evidencias están en un comunicado del presidente del Comité de Finanzas del Senado, Chuck Grassley (republicano de Iowa), quien envió una carta a Trump la semana pasada advirtiendo al presidente que no interfiriera en la supervisión del Congreso de la legislación sobre el alivio del coronavirus.
Grassley dijo que estaba alarmado por una declaración firmada por Trump en la Ley CARES el mes pasado, afirmando que la Casa Blanca supervisaría los informes del inspector general especial para la recuperación de la pandemia en el Congreso.
“Con el tiempo, los políticos tanto en el poder legislativo como en el Ejecutivo han intentado politizar a los IG [inspectores generales] y utilizarlos para obtener ganancias, pero, incluso la apariencia de interferencia política en su proceso no puede ser tolerada”, advirtió Grassley en su carta.
Por su parte el presidente del Comité del Senado para la Pequeña Empresa y el Emprendimiento, Marco Rubio (republicano de Florida), advirtió a las empresas que serán investigadas si abusan del fondo de préstamos para la pequeña empresa y ha amenazado con utilizar citaciones si es necesario para obligar a la cooperación.
Demócratas lupa en mano
Probablemente más daño le haga el coronavirus a la reelección de Donald Trump los efectos políticos, económicos y sociales de la pandemia.
Cada uno de los equívocos son anotados por los progresistas quienes ruegan por atinadas y necesarias decisiones para proteger al pueblo de los Estados Unidos frente a la pandemia, pero que no sueltan el mazo a la hora de criticar al presidente Donald Trump.
El líder de la minoría del Senado Charles Schumer (D-N.Y.) y sus colegas durante una conferencia telefónica el martes dijeron que harían de la supervisión del Congreso del manejo de la pandemia por parte de Trump y su implementación de la legislación de ayuda su principal foco de atención la próxima semana.
“Si vamos a estar en D.C. con el coronavirus en su apogeo, es de vital importancia que continuemos y aumentemos nuestros mensajes y actividades en el frente de la supervisión”, dijo Schumer a sus colegas en la llamada privada, según una fuente demócrata familiarizada con la reunión.
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Schumer dijo a sus colegas: “Debemos hacer responsable a la administración de los errores que están cometiendo en el programa de pequeñas empresas, hospitales, pruebas y más”, según la fuente demócrata.
El líder demócrata acusó el martes por la mañana a Trump de torcer las herramientas que el Congreso le dio para resolver la crisis.
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