La esfera del liderazgo institucional, particularmente en las fuerzas del orden, opera en un ciclo de constante renovación, es común que las largas trayectorias ceden su espacio a nuevos horizontes, pero hay legados que no puede borrar ni siquiera el tiempo. En New Jersey, el anuncio reciente del gobernador Phil Murphy sobre la jubilación del coronel Patrick J. Callahan, superintendente de la policía estatal, marca el cierre de una extensa carrera.
La experiencia de Callahan se extiende por más de tres décadas, un lapso temporal que abarca cambios significativos en el panorama social y de seguridad del estado. Su alistamiento inicial en la primavera de 1995, como parte de la 115.ª clase de soldados, fue el inicio de un recorrido que lo llevó progresivamente a través de las estructuras de comando de la División.
La culminación de este ascenso se produjo a finales de 2017, cuando asumió la Superintendencia Interina bajo el entonces gobernador Chris Christie. Previamente fue Superintendente Adjunto de Operaciones, donde fue el responsable de dirigir las actividades de una compleja red de profesionales. La cifra de los 1.800 miembros enlistados que estuvieron bajo su mando es solo una pequeña muestra de su responsabilidad y a la confianza depositada en su visión operativa.
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Un legado
“El coronel Callahan encarna la esencia misma de un servidor público de carrera. Durante más de tres décadas, sirvió a la gente de New Jersey con un compromiso inquebrantable con los valores fundamentales de la policía estatal: honor, deber y fidelidad”, dijo el gobernador Murphy.
“Ha sido un miembro indispensable de mi gabinete, guiando nuestro trabajo a través de algunos de los momentos más desafiantes en la historia de nuestro estado, desde las secuelas de la supertormenta Sandy hasta las demandas sin precedentes de la pandemia de COVID-19. Sobre todo, ha sido un colega de confianza y un querido amigo. Le deseo nada más que lo mejor al entrar en este próximo capítulo de su vida”, agregó.
La trayectoria del coronel Callahan se ha entrelazado con momentos cruciales en la historia reciente del estado. Su participación como jefe de la Oficina de Recuperación tras la devastación del huracán Sandy, o su rol como comandante de la Sección de Gestión de Emergencias durante eventos de magnitud nacional como el Super Bowl XLVIII, muestran la faceta del funcionario cuyo liderazgo se pone a prueba en las encrucijadas de la crisis. E
Estos periodos de alta tensión, definen la eficacia de las instituciones de seguridad.
“Después de 31 años de servicio dedicado en la aplicación de la ley, dejaré el cargo de coronel y no seré nominado nuevamente por la administración entrante”, explicó el coronel Patrick Callahan.
“Dejo este rol con un profundo orgullo por el trabajo que hemos logrado y con respeto por los hombres y mujeres que sirven a nuestras comunidades todos los días. Ha sido el honor de toda una vida servir junto a personas que encarnan nuestros valores fundamentales de Honor, Deber y Fidelidad. Juntos, enfrentamos desafíos, abrazamos la innovación, fortalecimos alianzas y mantuvimos nuestro compromiso de garantizar la seguridad y el bienestar del público que juramos proteger”.

































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