Congresistas republicanos reprendieron a cuatro alcaldes demócratas de cuatro ciudades “santuario” por sus políticas migratorias que calificaron como “procriminales”.
Michelle Wu, de Boston; Brandon Johnson, de Chicago; Michael Johnston, de Denver; y Eric Adams, de New York, gobiernan ciudades “santuario”, como se llama a las urbes que limitan su cooperación con los agentes federales de inmigración.
“Las ciudades santuario nos hacen a todos menos seguros y son una pesadilla para la seguridad pública”, dijo el presidente del comité de supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer.
“No podemos permitir que las políticas procriminales y las ciudades santuario obstruccionistas sigan poniendo en peligro a las comunidades estadounidenses”, agregó el legislador.
Adams aseguró que la delincuencia en New York ha disminuido. “Para que quede claro: la clasificación de ciudad santuario no significa que nuestra ciudad vaya a ser un refugio seguro para criminales violentos”, indicó.
“Tampoco le otorga a la ciudad de New York autoridad para violar las leyes federales de inmigración”, agregó.
Las ciudades santuario suelen prohibir a sus funcionarios informar a los agentes federales sobre migrantes en situación irregular.
El alcalde Johnston declaró que cuando asumió el cargo hace 20 meses veía hasta 300 personas al día llegar en autobuses y a migrantes en las calles, expuestos a morir de frío.
Alrededor de 42.000 personas llegaron en 18 meses en lo que él denominó “el mayor flujo per cápita de cualquier ciudad en Estados Unidos”, y detalló cómo las autoridades municipales les habían ayudado con la vivienda, capacitación laboral y otros programas.
“Denver tomó una decisión como ciudad, no para odiarnos los unos a los otros, sino para ayudarnos, no para volvernos unos contra otros, sino para unirnos y ver si juntos podíamos resolver un problema”, explicó.
La audiencia coincide con un viaje del vicepresidente JD Vance a la frontera con México, en Eagle Pass, Texas. Le acompaña el secretario de Defensa Pete Hegseth y Tulsi Gabbard, directora de inteligencia nacional.
En un discurso ante el pleno del Congreso, el presidente Donald Trump presumió que su Administración ha registrado en febrero el número de cruces ilegales “más bajo jamás registrado”.
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En fecha reciente, en su red Truth Social, el Presidente afirmó que la patrulla fronteriza solo interceptó a 8.326 migrantes sin visa en febrero en la frontera con México.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) no ha difundido los datos de febrero. En enero hubo 61.465 interceptaciones.