Tras el anuncio hecho por el Pentágono sobre la labor de rastreo que inició de los restos del cohete Long March 5B de China, que tendría previsto reingresar a la Tierra entre el sábado 8 y el lunes 10 de mayo, y luego de la expectativa que ha causado esa información, el Gobierno del país asiático informó que es muy bajo el riesgo de que el aparato cause algún perjuicio.
Wang Wenbin, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, aseguró que la mayoría de los componentes del cohete se destruirán al entrar en la atmósfera y que “la probabilidad de causar daño en las actividades de aviación o en la población es extremadamente baja”.
Agregó que “aunque lo más probable es que no sea peligroso, China está prestando mucha atención a la reentrada del cohete en la Tierra”.
🚀Este es el COHETE CHINO de 22 toneladas lanzado hace 5 días y que se encuentra fuera de control.
🗓Según el Pentágono, reingresaría al planeta este 8 de mayo.
📍Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, e inclusive Ecuador son los países donde podría caer.pic.twitter.com/arcV5dva3Y
— 🇪🇨 CUPSFIRE (@pixel_onlines) May 5, 2021
El cohete Long March 5B transportó el primera de tres partes de la futura Estación Espacial China. Tras su separación del módulo espacial, el cohete comenzó a orbitar el planeta Tierra en una irregular trayectoria, lentamente iba perdiendo altura haciendo imposible cualquier predicción sobre su punto de entrada a la atmósfera, y por ende de su punto de caída en la superficie terrestre.
Según los pronósticos de la Oficina de Residuos Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA), el área en la que podrían caer los residuos del cohete es muy amplia. Dicha zona incluye cualquier parte de la superficie terrestre entre las latitudes de 41,5 grados norte y 41,5 grados sur y en Europa esto incluye zonas de España, Italia, Portugal, Malta y Grecia.
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También extensas zonas de América del Norte y del Sur, Asia meridional, África y Australia están en la zona de riesgo.
Esta no es la primera vez que China pierde el control de una nave espacial en su regreso a la Tierra y allí radica la preocupación de Estados Unidos y Europa.
En abril de 2018 un laboratorio espacial, el Tiangong-1, se desintegró al reingresar a la atmósfera dos años después de que dejara de funcionar, aunque en esta ocasión las autoridades chinas negaron que el laboratorio estuviera fuera de control.
Otro antecedente que contribuye a la alarma es el hecho ocurrido en mayo de 2020 cuando las piezas de otro cohete chino, cayeron sobre Costa de Marfil y dañaron varios edificios, sin que se reportaran lesionados.