En China las autoridades volvieron a cerrar una ciudad completa debido a un rebrote de casos de COVID-19. Los ciudadanos de Jilin solo pueden abandonar el lugar si puede verificarse que dan negativo en el test de SARS-CoV-2 y se ponen en cuarentena, anunció el gobierno de esa provincia este miércoles 13 de mayo.
La ciudad nororiental de Jilin es la capital de la provincia del mismo nombre y está a unos mil kilómetros de Pekín. Allí se registraron seis nuevos contagios y la ciudad ya acumula 30 nuevos casos en los últimos días. Por eso las autoridades decidieron suspender todos los servicios ferroviarios desde este miércoles y hasta nuevo aviso como medida de prevención. También ordenaron el cierre de cines y los gimnasios.
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El alcalde de Jilin anunció que se pondrían en marcha otras restricciones con el objetivo de contener el nuevo brote ubicado en la cercana localidad de Shulan, y que depende administrativamente de ésta.
El noreste de China ha sido el punto más conflictivo para las autoridades locales que en las últimas semanas se han visto obligadas a cerrar la frontera con Rusia después de detectar un goteo de ciudadanos chinos infectados procedentes de territorio ruso.
Aunque en un principio este foco se limitó a la provincia de Heilongjiang, donde se construyó un “hospital exprés” para combatir el brote, en los últimos días han emergido nuevos casos de transmisión local en Jilin y en la vecina provincia de Liaoning.
La Comisión Nacional de Salud de China afirmó este 13 de mayo que quedan 104 infectados activos en el país asiático, de los cuales 10 se encuentran en estado grave.