El chavismo gobernante en Venezuela tiene la mira puesta en todas las alcaldías que se eligen este domingo en unas elecciones sin mayor oposición, que coinciden además con el aniversario de la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro.
El ambiente en la calle en general es desinterés. Muchos no tienen ni idea de que hay votaciones; otros, opositores, sienten que el resultado está arreglado de antemano y su participación es irrelevante.
Es una posición que sigue al grito de fraude de la oposición liderada por María Corina Machado en las presidenciales del 28 de julio pasado. La autoridad electoral -acusada de servir al chavismo- proclamó a Maduro vencedor sin publicar el detalle del escrutinio como manda la ley.
Machado por su parte publicó en un sitio web copias escaneadas de las actas que emitieron las máquinas de votación en las presidenciales como prueba de la victoria de su candidato Edmundo González con más del 70% de los votos.
González está ahora en el exilio. Machado, en la clandestinidad.
El proceso arrancó a las 6H00 (10H00 GMT) y se extiende al menos hasta las 18H00 (22H00 GMT). En un primer recorrido de la AFP en Caracas, los centros de votación estaban prácticamente desérticos con pocos electores en fila.
“Sea de la posición política que sea hay que votar, es un derecho cívico”, dijo Jean Moisés, de 22 años.
Luis Carrero, de 34 años, explicó que votó “para elegir por la soberanía de Venezuela”. Integra un movimiento político que apoya a Maduro.
“Mapa de mafias”
Hace dos meses, el partido de gobierno PSUV ganó 23 de 24 gobernaciones y prácticamente la totalidad del Parlamento, de cara además a una propuesta de Maduro para renovar la Constitución el año que viene. De esos comicios, el Consejo Nacional Electoral tampoco divulgó el detalle de los resultados.
Ahora el chavismo va por las 335 alcaldías. Ya hoy tiene bajo su control 212, incluido la del municipio Libertador de Caracas, donde se concentran todos los poderes públicos.
Apunta a los bastiones históricos de la oposición, así como a la alcaldía de Maracaibo, capital del estado petrolero de Zulia (oeste), cuyo alcalde opositor terminó en prisión acusado de corrupción.
La elección “va a consolidar este proyecto de acumulación de fuerzas”, dijo Maduro en una entrevista reciente con el canal Telesur.
La proyección es un mapa completamente rojo, el color que representa al chavismo. “Pero eso no refleja la realidad del país: ese es el mapa de las mafias”, zanjó por su parte Machado en en un encuentro virtual con corresponsales extranjeros.
“La lucha ya no es en el plano electoral, esto es una lucha en la clandestinidad”, agregó.
Un año después
Un ala disidente de esa oposición lanzó candidaturas en municipios bajo su control, incluidos tres de los cinco que componen el área metropolitana de Caracas.
“La casa no se entrega”, es el eslogan de los alcaldes de los municipios acomodados de Chacao y Baruta. Buscan la reelección con el partido Fuerza Vecinal, tachado de colaboracionista del gobierno por la coalición opositora que encabeza Machado.
Fuerza Vecinal de hecho no apoyó a Edmundo González el 28 de julio pasado.
Maduro tiene previsto encabezar una manifestación el lunes para celebrar el aniversario de su proclamación.
Machado no tiene agenda de calle. La gente está desmovilizada, hay mucho miedo tras el arresto de 2.400 personas en apenas 48 horas durante las protestas contra el resultado de la presidencial, aunque ella insiste en la fortaleza de su movimiento.
“Muchos creyeron que a punta de balas y represión hubiésemos tirado la toalla, y aquí estamos”, insistió.
Denunció no obstante más detenciones después de la liberación de 80 opositores el 18 de julio, cuando Venezuela canjeó a 10 estadounidenses presos en el país por los 252 migrantes detenidos en la megacárcel para pandilleros de El Salvador.
“Si ellos me agarran, me van a desaparecer”, dijo la dirigente. “Hoy no tengo dudas de eso”.
Por: AFP