La obra de un grupo de mujeres ceramistas cubanas convertidas en pioneras de ese arte a mediados del siglo XX en conjunto con su contribución al movimiento de vanguardia conforman la muestra que puede contemplarse hasta el próximo 29 de septiembre en el Museo de Arte Patricia & Phillip Frost-FIU de Miami.
La exposición titulada “La generación perdida. Mujeres ceramistas y la vanguardia cubana” explora la producción artística entre 1949 y 1959 del Taller de Santiago de las Vegas, un reconocido centro de cerámica situado en la periferia de La Habana.
El objetivo de la exhibición, cuya entrada es gratuita, es destacar el “trabajo innovador” de estas artistas cubanas, se indica en un comunicado divulgado por los organizadores.

La década en la que se enmarca la muestra fueron años de experimentación artística de un grupo de mujeres ceramistas poco conocidas, que alcanzó profundas resonancias por la aceptación de la cerámica como arte en Cuba y por la relación simbiótica que surgió entre ceramistas y pintores, casi todos hombres, que visitaron el Taller para aprender nuevas destrezas.
Como resultado de estas experiencias, los pintores aplicaron nuevas técnicas y metodologías a su producción bidimensional, la que hoy se considera representativa de la vanguardia cubana.
Con jarrones, tazas, jarras de agua, murales y platos extraídos de importantes colecciones privadas y de galerías de arte, esta exposición muestra por primera vez muchas de las mejores creaciones del Taller en conversación con docenas de pinturas de artistas como Amelia Peláez, René Portocarrero, Wifredo Lam, Luis Martínez Pedro, Mariano Rodríguez y otros.
Al frente del Taller estaba un médico, Juan Miguel Rodríguez de la Cruz, que modelaba y horneaba la cerámica y contrató esencialmente mujeres, muchas de ellas entrenadas en la prestigiosa Academia San Alejandro y otras escuelas de arte, para que decoraran las piezas.
Estas ceramistas crearon sus propios estilos, estableciendo un movimiento artístico que recibió reconocimiento nacional e internacional.

Rebeca Robés Massés, Marta Arjona, María Elena Jubrías, Mirta García Buch, la reconocida Amelia Peláez (1896-1968) y muchas otras fueron ceramistas clave en este Taller, según un comunicado del McMullen Museum of Art que es responsable de la exposición.
Presentando casi 150 vasos, jarras, porrones, murales y platos provenientes de importantes galerías y colecciones privadas, se exhibe por primera vez muchas de las mejores cerámicas del Taller.
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Será también una oportunidad de contemplar piezas de artistas cubanos tan renombrados como Wifredo Lam (1902-1982) y René Portocarrero (1912-1985).
“La generación perdida” está comisariada por Elizabeth Thompson Goizueta y subvencionada por Boston College con apoyo de la Iniciativa de Arte Hispano del McMullen Museum. Colaboran en la exposición el centro cultural y académico FIU CasaCuba y la galería Cernuda Arte.