Trece personas (cinco mujeres, siete hombres y un menor de edad) fueron asesinadas el viernes en un ataque que un grupo armado perpetró en una fiesta privada en Minatitlán, un municipio en el sur del estado mexicano de Veracruz, según informaron las autoridades locales. Uno de los cuatro heridos durante la masacre murió horas más tarde de acuerdo con reportes de la prensa mexicana.
Los hechos ocurrieron a las nueve de la noche en una región petrolera duramente golpeada por la delincuencia organizada. Los testigos de los hechos señalaron a la prensa local que unos hombres armados entraron en una fiesta privada que se llevaba a cabo en el restaurante La Potra, ubicada en la colonia Obrera de la cabecera municipal.
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La información oficial refiere que los agresores irrumpieron en el local preguntando por un hombre conocido como El Beky y los asistentes intentaron impedirlo, por lo que fueron atacados a tiros. El reporte emitido por las autoridades estatales dio cuenta de tres hombres y una mujer heridos.
El Beky es señalado como propietario de un bar ubicado en el municipio de Minatitlán, según informó la policía local.
Hugo Gutiérrez Maldonado, secretario de Seguridad Pública del Estado de Veracruz, tuiteó: “Las fuerzas federales y estatales desplegaron una sólida operación de búsqueda y captura de los responsables de los eventos que ocurrieron en Minatitlán” y solicitaron la colaboración de la Fiscalía General del Estado en Veracruz en la búsqueda.
Las autoridades federales mexicanas colaboran con las autoridades del estado de Veracruz y han iniciado una operación para encontrar a los responsables, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, informó que las autoridades estatales celebraron una reunión de emergencia “para abordar los hechos lamentables y condenables” ocurridos en Minatitlán.
La ciudad de Minatitlán, donde se asienta una refinería, ha sido golpeada por la violencia en la última década y el principal delito que se comete es el de secuestro de directivos del petróleo, doctores, maestros y ganaderos. “Las fuerzas federales se encuentran desde el primer momento, en apoyo de las instancias estatales, desplegando un operativo de búsqueda y captura de los responsables”, afirmó el Gobierno en un comunicado.
En Veracruz, según áreas de inteligencia de la Secretaría de Marina y del Ejército mexicano, se disputan el control de la zona los carteles de Los Zetas, Cartel Jalisco Nueva Generación y El Golfo.
Un territorio clave en el tráfico de drogas, el huachicol o robo de combustible (la región cuenta con cuatro petroquímicas y una refinería), el tráfico de personas, el cobro ilegal a comerciantes (conocido como derecho de piso) y el secuestro en un municipio de alta producción agropecuaria, petrolera y con uno de los puertos de carga más importantes del país.
En diciembre de 2018 llegó al poder el gobernador García Jiménez, de Morena, el partido en el Gobierno federal, con la promesa de disminuir en un periodo de dos años los altos niveles de violencia. Una de las primeras acciones para pacificar el Estado de Veracruz fue el reconocimiento de miles de desaparecidos, se calculan unos 5.000, y la búsqueda e identificación de desaparecidos en fosas clandestinas.
En los últimos ocho años se han contabilizado de manera oficial al menos 601 fosas clandestinas en territorio veracruzano, con 518 cuerpos, 560 cráneos y 53.606 fragmentos de cuerpos de personas, hombres, mujeres y niños. Entre esas fosas se encuentra la conocida como Colinas de Santa Fe del puerto de Veracruz, donde fueron localizados 298 cuerpos de personas sepultadas de manera ilegal por delincuentes.