El año pasado, la Organización Panamericana de la salud (OPS), a través de su Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP), lanzó una campaña para generar conciencia y promover el cuidado de calidad de los recién nacidos durante los primeros 28 días de vida. En este tiempo corren el mayor riesgo de morir.
La campaña «28 días, tiempo para cuidar y amar» tenía como objetivo incrementar el conocimiento, las habilidades y la autoconfianza de los cuidadores de recién nacidos, y también concientizar a profesionales de la salud sobre la importancia de las buenas prácticas para reducir la mortalidad neonatal.
Se estima que en América Latina y el Caribe, 7 de cada mil niños no llegan a su primer mes, la mayoría de los casos se producen por causas prevenibles.
¿Cuáles son las practicas? El contacto piel con piel, la lactancia materna exclusiva, mantener el cordón umbilical limpio y seco, y la administración de vitamina K al nacer, entre otras.
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Contacto piel con piel
En la primera hora posterior al nacimiento, los bebés tienen la capacidad de iniciar por sí solos la lactancia. Luego de nacer, se secan y son colocados boca abajo sobre la piel del abdomen y pecho de la madre. El contacto piel a piel en la primera hora de vida facilita que el bebé mantenga su temperatura, reconozca los sonidos ‒también las voces‒, se tranquilice y alcance la meta que el olfato y la vista le señalan: el pecho materno.
Lactancia exclusiva
Durante las primeras horas y días después del parto, la madre aumenta la producción de leche con ayuda de la succión del bebé.
En los primeros minutos comienza la secreción de calostro, un líquido de color amarillento, de alto valor nutritivo, que aporta beneficios únicos, exclusivos y adecuados para este momento. La ingesta de calostro es de vital importancia para los recién nacidos.
Cuando los bebés ingieren otros líquidos o alimentos sienten menos apetito por la lactancia, disminuye su demanda para ser amamantados y, como consecuencia, disminuye la producción de leche en la glándula mamaria. Por eso se recomienda que comience inmediatamente después del nacimiento.
Higiene del cordón umbilical
Este tema es muy importante de seguir. El cordón umbilical necesita mantenerse limpio y seco, no se pueden colocar sustancias u objetos en esta área.
La piel de los bebés recién nacidos, el líquido amniótico y el vérnix o unto sebáceo que los cubre contienen sustancias que los protegen contra infecciones. Es recomendable no bañarlos hasta por lo menos un día después del nacimiento y no colocar ningún producto ni perfume sobre la piel.
Vitamina K
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda suplementar los bajos niveles de vitamina K en los recién nacidos con una sola inyección de esta vitamina aplicada al nacer.
La vitamina K administrada al nacer brinda protección contra sangrados peligrosos para recién nacidos y bebés. El cuerpo la usa para formar coágulos y para detener los sangrados, y los bebés nacen con una muy pequeña cantidad de vitamina K almacenada en el cuerpo.