Este domingo 10 de marzo, los relojes se adelantarán una hora en Estados Unidos, de esta forma iniciará el horario de verano 2024 o el conocido «Daylight Saving Time».
Tradicionalmente se realiza el segundo domingo de marzo y termina el primer domingo de noviembre, desde que el 2007 se ejecuta en gran parte del territorio estadounidense. Solo quedan Hawai, territorios de Guam, Islas Vírgenes y Samoa Estadounidense como excepciones.
Una de las consecuencias más comunes del cambio de horario es el desequilibrio en el sueño, pero puede que no suceda en todas las estaciones.
Un estudio publicado en la edición en línea de Neurology, la revista médica de la Academia Americana de Neurología encontró que «la transición del horario de verano al horario estándar, cuando se gana una hora durante la noche, se asoció con un breve aumento de los trastornos del sueño, como dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, pero no hubo tal asociación cuando se pierde una hora en el cambio del horario estándar al horario de verano».
De acuerdo a la investigación, existe una pequeña diferencia en la cantidad de sueño que se duerme en función de la estación del año.
«El sueño desempeña un papel esencial en el mantenimiento de la buena salud, el estado de ánimo, la cognición, el rendimiento laboral y la actividad social, y está influido por el ritmo circadiano, el reloj interno que regula los procesos corporales», explicó el autor del estudio Ron B. Postuma, de la Universidad McGill (Canadá), y miembro de la Academia Americana de Neurología según publicó el portal 20 Minutos. «La buena noticia es que las alteraciones del sueño que observamos tras el cambio a la hora estándar fueron breves y dejaron de ser evidentes dos semanas después del cambio».
«Alrededor del comienzo del horario de verano (DST), hay un aumento en los accidentes automovilísticos, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares», aseguró Kelly Baron, PhD, DBSM, una especialista del sueño en el centro Sleep-Wake de University of Utah Health. «Esta pérdida de sueño tiene un gran impacto en la salud de la población».
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Algunos expertos, incluida Baron sugieren mantener la hora estándar durante todo el año. Los días seguirían siendo largos. «El problema del horario de verano es que perdemos luz por la mañana a cambio de más luz por la tarde», destacó. «Si siguiéramos con el horario de verano todo el año, hay momentos [aquí en Utah] en los que seguiría siendo de noche a las 9 de la mañana».
¿Qué le pasa al cuerpo?
En este momento hay cambios entre el ritmo interno y la hora externa al punto de generar desajustes. El verdadero problema no está en quedarse despierto más tiempo, sino en dormirse y despertarse antes.
Las personas pueden sentirse aturdidas por las mañanas, para ello se recomienda tomar el sol, ya que esto puede ayudar a acelerar el ritmo del sueño.
Por su parte, la Dra. Shalini Paruthi, codirectora del Centro de Investigación y Medicina del Sueño en el Hospital St. Luke en Chesterfield, Missouri, le ofreció algunas recomendaciones a CNN:
- Los adultos deben dormir al menos 7 horas para no afectar su salud y productividad
- Adelantar la hora en la que te vas a dormir tres días antes del cambio de horario y te levantas 20 minutos antes cada día
- Si no haces lo anterior, otra posibilidad es que la noche antes puedes dormir al menos 7 horas acostándote media hora antes y dormir media hora más en la mañana, o puedes también optar por irte a la cama una hora antes