La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió la ayuda del público para encontrar una designación menos estigmatizante para la viruela del simio.
La agencia ha expresado durante semanas su preocupación por el nombre de la enfermedad que comenzó a aparecer en los titulares mundiales en mayo.
Los expertos han advertido que el nombre puede ser estigmatizante para los primates que le dieron el nombre, pero que juegan un papel menor en su propagación, y en el continente africano con el que a menudo se asocia a los animales.
Recientemente en Brasil, por ejemplo, se han reportado casos de personas que atacan a los monos por miedo a la enfermedad.
«La viruela del simio humano recibió su nombre antes de las mejores prácticas actuales para nombrar enfermedades», dijo a los periodistas en Ginebra la portavoz de la OMS, Fadela Chaib.
La viruela del simio recibió su nombre porque el virus se identificó originalmente en monos mantenidos para investigación en Dinamarca en 1958, pero la enfermedad se encuentra en varios animales y, con mayor frecuencia, en roedores.
La enfermedad se descubrió por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo, y la propagación entre humanos desde entonces se limitó principalmente a ciertos países de África occidental y central donde es endémica.
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«Las personas deben entender claramente que la transmisión que estamos presenciando es de humano a humano, por contacto cercano, y la preocupación debe centrarse en lo que podemos hacer para protegernos y proteger a los demás», explicó la vocera de la OMS, Margaret Harris.
Hubo un caso en concreto: la muerte de al menos una decena de monos en varios sectores de una reserva natural de Rio Petro, en el estado de Sao Paulo. En menos de una semana cerca de 10 ejemplares aparecieron muertos con signos de envenenamiento y otros fueron heridos, después de que se confirmaron tres casos de la enfermedad en esta zona del país.
Hasta el momento, en Brasil se han registrado cerca de 1.700 casos y se ha reportado una muerte. Harris reiteró que los monos no pueden ser culpados por los contagios del virus.
Una situación similar se había presentado con los murciélagos cuando ocurrió el brote del coronavirus a principios de 2020. En ese momento varias organizaciones hicieron un llamado para evitar que estos mamíferos fueran blanco de ataques.