El caimán americano (Alligator mississipiensis) tiene un papel clave como “ingeniero de humedales” en la restauración de los Everglades porque “altera el ciclo de nutrientes y mantiene el ecosistema saludable”, de acuerdo con los resultados de un estudio científico divulgado en fecha reciente.
“Los caimanes cambian radicalmente el ecosistema que los rodea para aprovechar al máximo los cambios estacionales en los niveles del agua, y eso es bueno para los humedales”, dice una de la conclusiones del estudio publicado en el Journal for Animal Ecology y dirigido por Bradley Strickland, ex alumno de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
🐊More than just fierce predators? New research reveals that alligators build ponds that serve as safe havens for species amidst seasonal water level changes. By digging, alligators alter nutrient dynamics, changing the structure of food webs.@basecology.https://t.co/NkXZD887ml pic.twitter.com/AQgbLfzmDO
— Journal of Animal Ecology (@AnimalEcology) June 1, 2023
La investigación determinó que los caimanes cuando “cavan hoyos para llenarlos de agua, brindan refugio a los peces y la vida silvestre frente a la caída del nivel de agua en la estación seca”.
Al mismo tiempo, estos estanques improvisados proporcionan al caimán “un suministro constante de alimento y un lugar para aparearse”.
Con el propósito de impedir que estos estanques se llenen de vegetación, los caimanes “usan sus hocicos, garras y colas para mover sedimentos y nutrientes”, actividad que enriquece el suelo, como lo demuestran los elevados niveles de nutrientes medidos en estos pantanos en comparación con otros estanques circundantes.
Estas conclusiones corroboran que los caimanes hacen algo más que cuidar de sí mismos cuando hacen estanques en humedales como el de los Everglades, un gigantesco y delicado ecosistema de 607.500 hectáreas, declarado reserva natural que casi ocupa todo el sur de Florida.
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“Comprender las diversas funciones ecológicas de los depredadores como los cocodrilos garantizará que tengamos el conocimiento para proteger nuestros ecosistemas en el futuro”, dijo Strickland en un comunicado divulgado por FIU.
La labor de los depredadores
En la investigación liderada por Strickland y en conjunto con los científicos de FIU Mike Heithaus y Peter Flood; Jeffrey Kline, del Parque Nacional Everglades; Frank Mazzotti, de la Universidad de Florida, y Joel Trexler, de la Universidad Estatal de Florida, se descubrió que “los movimientos de extracción de los caimanes también pueden impedir que las comunidades de organismos formadas por bacterias y hongos se formen en grandes esteras sobre el área”.
Hace 50 años los caimanes estuvieron en peligro de extinción, y aunque su población se ha estabilizado, sus ecosistemas siguen amenazados por la acción del hombre y la crisis climática.
Esta última investigación se añade a la evidencia creciente de las muchas formas en que los depredadores “preservan la salud y la estabilidad de ecosistemas completos”.
Hace unos 10 años investigadores de FIU dirigidos por Heithaus, “fueron los primeros en identificar las funciones que cumplen los tiburones en el mantenimiento de la salud y la biodiversidad de los ecosistemas de arrecifes de coral y pastos marinos”.
Y, aunque sus funciones son diferentes, “los caimanes han demostrado ser igualmente importantes como ingenieros de ecosistemas”, agrega el comunicado de la FIU.
“Este es otro ejemplo del importante papel que pueden desempeñar los depredadores en sus ecosistemas además de comer presas”, dijo Heithaus, quien también desempeña el cargo de decano ejecutivo de la Facultad de Artes, Ciencias y Educación de FIU.