El conocido festival Burning Man que tiene lugar en el desierto de Black Rock de Nevada fue accidentado este año. Una serie de tormentas se presentaron en el evento, y dejaron varados a más de 70,000 asistentes.
En el último día del festival, el tráfico estuvo detenido pues las condiciones complicaron la salida, por ello los organizadores pidieron a la gente que conservara sus víveres. De igual forma, fue reportado el fallecimiento de una persona, que aún está siendo investigado por las autoridades. La Oficina del Sheriff del condado de Pershing dijo el sábado según medios locales, que una persona murió durante el evento, pero ofreció pocos detalles, incluido si la muerte estuvo relacionada con el clima.
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Aunque algunos asistentes pudieron abandonar el lugar a medida que las condiciones mejoraban, a otros les fue imposible irse porque sus vehículos quedaron atrapados en el lodo.
Las tormentas llegaron hacia el final del festival de nueve días, cuando llega la mayor multitud para ver el gran final: la quema de una figura gigante de madera, un hombre. De ahí el nombre del festival.
A diferencia de Coachella u otros festivales parecidos, Burning Man no tiene un artista principal ni un programa fijo de actuaciones. Los burners -los asistentes- se encargan ellos mismos de la construcción, incluido el alojamiento y las instalaciones artísticas. Algunos lo describen como una explosión creativa en el desierto. El año pasado hubo 16 detenciones, todas asociadas con posesión de drogas.
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Este festival empezó por primera vez en 1986, cuando sus fundadores, Larry Harvey y Jerry James, organizaron una hoguera con amigos en la playa de Baker, en San Francisco. En la década de 2000, el evento se había convertido en un rave desértico de un día y que atraía regularmente a más de 50.000 asistentes, donde se incluían personajes famosos como Paris Hilton, Elon Musk, Diplo.
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