El Bugatti Chiron figura como un modelo de lujo único que cuenta con una producción limitada a solo 500 unidades. El último auto de este modelo ha sido ensamblado a mano tras entregarlo y llegar al fin de una era.
Christophe Piochon, presidente de Bugatti, destacó que la marca se basa no sólo en el rendimiento puro sino también en la artesanía, la sofisticación y la elegancia absolutas, formando la cúspide de la esfera automotriz.
“La última obra maestra de la familia Chiron definió una era, encarnó esos valores, conectando de manera sublime atributos centrales tan incomparables con facilidad y propósito”.
Con la última unidad hecha a medida, Piochon señaló que se hizo un recorrido del majestuoso viaje de ocho años del Chiron con momentos inolvidables que han tenido lugar en todo el mundo, creando legiones de fanáticos para el Chiron, sin mencionar sus innumerables avances pioneros en la industria y su mundo único.
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“Este modelo Chiron número 500 y último es una despedida apropiada que captura un legado definitorio que quedará grabado para siempre en la historia del automóvil y allana el camino hacia un nuevo y brillante capítulo, que comenzará con la producción del Bolide y el W16 Mistral y continuará con la presentación de un nuevo modelo”.
El último Bugatti Chiron
La última unidad del Bugatti Chiron fue una pieza de arte personalizada conocida como “L’Ultime”, marcando así el fin de un ciclo en el cual se convirtió en el primer auto de carretera con 1,500 CV y el primero de producción en superar las 300 millas por hora.
Esta última obra del Bigatti Chiron trajo recuerdos sobre la primera, cuando en 2016, se impuso la combinación de colores “Atlantic Blue” y “French Racing Blue”, atravesada por una línea C tallada en una aleación de aluminio pulida a mano.
Ahora, para este Chiron número 500 y final, el equipo de Bugatti Sur Mesure reinventó el diseño original con una combinación de colores desvanecidos y un tributo a todos los lugares donde el auto ha dejado su huella desde 2016.
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La estética cobró vida cuando el equipo Sur Mesure de Bugatti y el cliente final decidieron rendir homenaje a este momento crucial en la historia de este lujoso modelo. Juntos, repasaron lo más destacado del Chiron, capturando el recorrido del modelo.
Este legado se plasmó a lo largo de los costados en una composición de momentos históricos: el lanzamiento en Ginebra, las apariciones en Chantilly, las fases de prueba en el circuito Paul Ricard y la carrera de 300 mph en la pista de pruebas de Ehra-Lessien.
Además, se incluyó la emblemática casa de Bugatti en Molsheim, así como el icónico Château Saint Jean y Cabo Cañaveral, donde varios clientes han experimentado el rendimiento del Chiron a máxima velocidad.
En homenaje al último Chiron, el número 500, fue escrito a mano y visible en el exterior, las tapas de las ruedas y el alerón trasero, también se grabaron en la cubierta del motor que alberga el tren motriz Bugatti W16.