Agentes de la policía de Río de Janeiro descubrieron el viernes un cementerio clandestino en el área metropolitana de la ciudad. Las pesquisas preliminares indican que la improvisada necrópolis pudo haber sido utilizada por un grupo de milicianos que actúa en la zona.
Las autoridades confirmaron que el hallazgo se produjo en la ciudad de Itaboraí, aproximadamente a 40 kilómetros de Río de Janeiro, donde actúan grupos paramilitares.
Hasta el final de la jornada de búsqueda en horas de la tarde, la policía había hallado doce cuerpos en estado de descomposición, algunos reducidos a un conjunto de huesos. Se desconoce la identidad de los doce cuerpos encontrados este viernes.
De acuerdo con los resultados de las primeras investigaciones, la Policía creen que el lugar pudo ser utilizado por un grupo paramilitar que es el objetivo, esta semana, de un operativo que culminó con 43 detenidos.
Según la policía la organización criminal señalada es responsable de varios casos de homicidios, torturas, extorsiones y desaparición de personas. Los investigadores sospechan que cometieron por lo menos 50 asesinatos desde comienzo del año 2018 y muchas de esas víctimas están desaparecidas.
Las indagaciones preliminares refieren que el grupo paramilitar era conducido por un ex policía quien se encuentra detenido y ha llegado a obtener cerca de 125 mil dólares cada mes amenazando a comerciantes y vecinos a que paguen chantaje.
El Ministerio Público solicitó a los parientes de las víctimas de los milicianos que acudan a la policía para notificar posibles desapariciones y poder determinar la identidad de los cuerpos encontrados.
Según las autoridades locales actualmente las milicias controlan alrededor de un cuarto del territorio de todo el estado de Río. Algunos especialistas en seguridad han alertado que se trata de un problema tan o más grave que el narcotráfico.
La justicia de Río creó esta semana un tribunal especializado de jueces “sin rostro” que se enfocará en procesos de milicias, narcotráfico y lavado de dinero.