Australia, Reino Unido y Canadá se sumaron a EE UU en su boicoteo diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en febrero.
El primer ministro australiano, Scott Morrison; el británico, Boris Johnson, y el de Canadá, Justin Trudeau, hicieron pública su decisión ayer. Otros aliados sopesan a su vez unirse a la iniciativa estadounidense para protestar por lo que la Casa Blanca definió el lunes como «atrocidades» de China en materia de derechos humanos.
La escalada en la represión del Gobierno chino de Xi Jinping contra los activistas por la democracia en Hong Kong o contra los uigures y otras minorías en la región de Xinjiang ha forzado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que prometió hacer de los derechos humanos un pilar de su política exterior, a tomar alguna medida.
El dirigente australiano, Morrison, ha justificado la decisión aludiendo a la falta de respuesta de Pekín a varias cuestiones planteadas por su país sobre dos asuntos: los supuestos abusos de derechos humanos en la región occidental china de Xinjiang, hogar de la minoría musulmana uigur, y también a las barreras comerciales adoptadas por Pekín en detrimento de las importaciones australianas. Trudeau, por su parte, explicó ante los periodistas que habían tomado esa decisión por las «repetidas violaciones en derechos humanos del Gobierno chino», según informó Reuters.
Puedes leer: Un ruso y un noruego se retan en el Campeonato Mundial de Ajedrez en Dubái
El anuncio estadounidense provocó que Pekín advirtiera a Washington que «pagaría el precio» y amenazó con represalias, la reacción ante la decisión de Australia ha sido la de declarar, a través del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin: «Si vienen o no, a nadie le importa».
«La decisión de Australia de no mandar a representantes políticos a los Juegos demuestra que este país no hace sino seguir ciegamente lo que hacen otros. No son capaces de distinguir el bien del mal», sostuvo Wenbin en rueda de prensa.
China ha negado reiteradamente las acusaciones de abusos en la región de Xinjiang y definido las acusaciones en su contra como «invenciones». La Administración de Biden considera que las autoridades chinas son culpables de un genocidio contra la minoría musulmana en Xinjiang.
Los Juegos de Invierno comenzarán unos seis meses después de los de verano, que se celebraron en Tokio con un año de retraso a causa de la pandemia de la COVID-19.