Después de dos años en los cuales la pandemia fue protagonista, Filadelfia enfrenta el problema de los basureros ilegales que progresivamente han ganado espacio en zonas residenciales de la urbe.
Los residentes directamente afectados por el problema sienten que las autoridades se han quedado cortas en los esfuerzos necesarios para lidiar con la situación de salubridad pública.
Billy Penn recogió en un reportaje la opinión de Earl Wilson, residente en Eastwick quien ha observado cómo materiales vertidos ilegalmente se amontonan en lotes arbolados a lo largo del bulevar Mario Lanza, cerca del aeropuerto.
Él y sus vecinos organizan limpiezas, llaman al 311 o piden a su concejal que el Departamento de Calles envíe una cuadrilla de limpieza. Pero las mejoras nunca duran mucho.
“Limpiamos, el ayuntamiento viene con los grandes tractores y lo que sea y limpia las zonas, y luego en dos semanas, como te dirá cualquiera persona de la comunidad, vuelve a estar como estaba”, dijo Wilson.
Los vertidos tienden a ser peores en los barrios más pobres con mayor proporción de residentes negros y latinos, incluyendo una gran parte del norte de Filadelfia y secciones del oeste y suroeste de la ciudad.
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Los funcionarios municipales por su parte afirman que simpatizan con los residentes y que han hecho de la limpieza y la prevención de los basureros ilegales una prioridad.
Posibles soluciones
La concejala Cherelle Parker dijo que está redactando un proyecto de ley que duplicaría la sanción por vertido ilegal a 2.000 dólares, y aclararía quién es legalmente responsable.
Residentes y funcionarios han ofrecido otras ideas para combatir el problema de la basura, como reforzar la Unidad de Delitos Medioambientales del Departamento de Policía, el cual se encarga de este tipo de delitos.
Notice an illegal dumping site in your neighborhood but don’t know how to report it? Find out here ➡️ https://t.co/15q8lD9O9w #DontDumpOnUs pic.twitter.com/HE4CJpflKC
— City of Philadelphia (@PhiladelphiaGov) March 22, 2019
Igualmente se han manejado como posibles soluciones: la limpieza mecánica de las calles de toda la ciudad, mayor frecuencia de recogida de desechos, más contenedores de basura públicos, campañas de educación pública y mejores opciones para la eliminación legal y de bajo costo de los residuos.
Sin embargo, aunque puede haber apoyo en el Ayuntamiento para invertir más en algunas de estas medidas, no está claro si la administración del alcalde Jim Kenney propondrá fondos adicionales para los programas relacionados con los basureros ilegales.
Varios frentes
El director de reciclaje Kyle Lewis subrayó que la ciudad ya trabaja para educar a los comerciantes de neumáticos sobre las normas de eliminación, recoge miles de toneladas de basura vertida cada año, controla unos 130 lugares de vertido frecuente y utiliza unas 250 cámaras de vigilancia para observar otros puntos conflictivos.
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El fiscal Larry Krasner afirmó que su oficina posee la capacidad para procesar a quienes vierten desechos ilegalmente, si la policía los detiene.
Por su parte, el concejal Kenyatta Johnson, cuyo distrito incluye zonas del suroeste de Filadelfia muy contaminadas también pidió que se ampliara la unidad policial, aumentar el presupuesto del Departamento de Calles y crear una sólida campaña educativa.
Mientras las autoridades manejan alternativas los residentes citadinos esperan que la ciudad del amor fraternal resuelva con prontitud y eficacia esta preocupante situación sanitaria.
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