La ciudad de Nueva York ha echado a andar una iniciativa con la que se intensificará la aplicación de pruebas de detección rápida del coronavirus COVID-19 en las comunidades latinas y afroamericanas con miras que se busque una explicación en relación al porqué esos grupos registran el mayor número de víctimas mortales.
Las estadísticas de mortalidad han sido claras para el gobernador Andrew Cuomo quien ha tomado la decisión de aplicar más pruebas en los barrios donde esos grupos étnicos con mayoría. Esta aceleración podría ofrecer una perspectiva en relación al punto ciego que está ofreciendo la pandemia que lleva a la cualidad de difuntos a más latitos y afroamericanos desde el punto de vista estadístico.
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“Aprendamos cómo y por qué este virus mata, especialmente” a estas comudades. “¿Por qué tenemos tasas de mortalidad más altas entre los afroamericanos y los latinos y qué hacemos al respecto?”.
El gobernador Cuomo además anunció que se abrirán varios lugares para realizar test en estas zonas. Este plan que ha sido diseñado en colaboración con la Universidad de Nueva York y el departamento de Salud, contempla recoger datos e información de los afectados para “encontrar políticas y ponerle una solución”, así como para responder a preguntas como “¿Dónde vive esta gente? ¿Dónde trabaja?¿Cuál es su situación socioeconómica?¿Dónde socializa?”.
Nueva normalidad
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo (D), dijo el viernes por la mañana que se tendrán que administrar millones de pruebas de COVID-19 si se quiere reabrir la economía del país de forma segura y efectiva.
“Este va a ser un período de transformación horrendo para nosotros”, dijo Cuomo en una aparición en “Morning Joe” de CNN.
“No creo que volvamos a la normalidad. Creo que esta es una de las nuevas normales ahora en la salud pública”, dijo.
El gobernador añadió que la facilidad con la que la sociedad americana y su economía puedan reabrirse corresponderá directamente a las medidas que el gobierno tome o no.
“Este es un período muy importante para el gobierno y la discusión política”, dijo Cuomo. “Nada está preestablecido aquí. Todo está en función de lo que hacemos.”
Añadió: “Qué tan buenos somos en hacer estas pruebas. ¿Somos mejores de lo que hemos sido en el pasado. ¿Nos va a llevar meses llegar a la escala de las pruebas rápidas. Es la única manera de hacer que la gente vuelva a trabajar. Hay que hacer millones y millones de pruebas francamente mejores y más rápidas que las que hemos hecho hasta ahora”.
Esta no es la primera vez que Cuomo ha señalado que las pruebas generalizadas para ver quién ha tenido el virus son esenciales para que los americanos vuelvan a trabajar con seguridad.
Cuomo ha dicho que el estado de Nueva York ha desarrollado una prueba que ve si una persona ha desarrollado o no anticuerpos para combatir el COVID-19. Está bien documentado que no todos los que contrajeron el virus mostrarán síntomas externos consistentes con la enfermedad.
“No podemos reiniciar la vida tal como la conocíamos sin hacer pruebas”, escribió en el Twitter a principios de esta semana.
Trump no tiene claridad
La postura de Cuomo sobre las pruebas difiere de la opinión del Presidente Trump sobre el asunto. En su conferencia de prensa diaria sobre el coronavirus del jueves, Trump se quejó cuando se le preguntó sobre la necesidad de hacer pruebas de forma generalizada, diciendo que sería bueno, pero no obligatorio.
“Queremos tenerlo y vamos a ver si lo tenemos. ¿Lo necesitan? No. ¿Es algo bueno? Sí”, dijo Trump. “Estamos hablando de 325 millones de personas. Y eso no va a suceder, como puedes imaginar, y tampoco sucedería con nadie más”.
Trump ha expresado su optimismo de que el país pueda empezar a facilitar las recomendaciones de distanciamiento social a principios de mayo. Las directrices de distanciamiento social de la Casa Blanca se extienden hasta finales de abril.
Nuevo máximo diario
El estado que alberga a la Gran Manzana sostiene su luctuoso primer lugar. Se supo que 799 personas fallecieron por coronavirus en las últimas 24 horas, un nuevo máximo diario, mientras que el total de muertos supera los 7.000 en todo el estado.
Cuomo ya se hizo eco esta semana de que los hispanos, que son el 29 % de la población de Nueva York, representan el 34 % de las muertes por COVID-19 en la ciudad y son la comunidad más golpeada por la enfermedad, tras la publicación de los primeros datos oficiales hechos públicos el jueves.
Las cifras demográficas recopiladas por el Ayuntamiento confirman lo que ya apuntaban los datos por barrios que se habían ido dando a conocer previamente: las comunidades inmigrantes, y especialmente la latina, son las peor paradas.
“Estamos notando que los latinos están falleciendo más que cualquier otro grupo en la ciudad y esta información nos preocupa”, dijo el jueves en una conferencia de prensa la responsable municipal de Salud, Oxiris Barbot, que es estadounidense de origen puertorriqueño.
Además y al igual que en otras ciudades de Estados Unidos, la comunidad negra también se está viendo especialmente afectada en Nueva York, donde acumula el 28 % de los fallecimientos pese a representar únicamente el 22 % de la población.Mientras las muertes son menores en proporción entre las personas de raza blanca y las asiáticas.
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Los blancos, que son el 32 % de los habitantes, suponen el 27 % de los muertos.
Los asiáticos, el 14 % de la población de la Gran Manzana, son el 7 % de las víctimas mortales, según las cifras facilitadas por el Ayuntamiento.