Nuestro personaje es David N. Rapp, profesor de Psicología y Ciencias del Aprendizaje en la Universidad Northwestern. Él estudia los efectos de la exposición a información inexacta en la memoria y la comprensión. Ayudó a escribir un manual sobre cómo “mejorar la comunicación sobre las vacunas y luchar contra la desinformación”. De allí que exista una conexión entre barberos y la vacuna COVID-19.
El catedrático cree poco probable que una sola persona u organización sea capaz de convencer a alguien que esté indeciso. Justo ahora la urgencia es sacar al proceso de vacunación de la ralentización en que ha caído. Por eso cree que el trabajo de mensajería individual y de confianza sigue siendo la mejor vía para ganarse a la gente. Aunque Rapp admite que puede ser mucho pedir a la gente.
Puedes leer: Have you lost or damaged your vaccination card? Here’s what to do
En Camden se lleva a cabo un experimento social diseñado por nuestro protagonista. Es coordinado por el Centro de Servicios Familiares, una organización local sin ánimo de lucro, y la Universidad de Rutgers-Camden. Ellos reclutaron a Javan Rankines, un peluquero que labora en Essential Blends Hair Studio.
Barberos y la vacuna COVID-19
El psicólogo David N. Rapp tiene clara la estructura. “Si alguien cree realmente que la comunidad médica no tiene en cuenta los intereses de la gente, puede tener razones reales y sus propias experiencias le sugieren que es así”.
“Para lograr cambios, animar realmente a la gente a adoptar comportamientos de vacunación, tenemos que encontrarnos con ellos donde están”. Este es el argumento de Rapp. “Y luego pensar en cuáles son los problemas centrales que les hacen resistirse a… vacunarse”.
Bajo ese precepto se creó la fórmula de barberos y la vacuna de COVID-19. Rankines es uno de los 15 barberos de Camden reclutados. Según la premisa académica, alguien como Rankines tiene más probabilidades de convencer a su vecino o a su cliente. Su participación puede cambiar a un indeciso sobre la vacuna. Según Rapp es mejor que un incentivo. El peluquero en pleno ejercicio de las tijeras introduce el tema de las vacunas y con eso inicia un debate. Su trabajo de comunicador oral puede ser más eficaz para cambiar la actitud de los desinformados.
Centro de Servicios Familiares
Megan Lepore, del Centro de Servicios Familiares, dijo que eso es lo que pretende el programa de barbería. Se necesitaron tres meses para llegar a los 15 barberos del programa. Noventa días en los que los trabajadores de divulgación hicieron visitas en persona, fueron acribillados a preguntas y volvieron con respuestas.
“Hay que retroceder más de un año y medio de desinformación sobre esto”, dijo Lepore. “Sé que parece que 15 personas no es un número elevado. Pero, de nuevo, por eso tardamos tanto, tanto tiempo en conseguir algunas de esas 15 personas. Fueron conversaciones. Fueron semanas y semanas y semanas de conversaciones”.
Puedes leer: Pensilvania creció poco y perdió un escaño en el Congreso
Así es como se ganó a Rankines. Se enteró de que corría más riesgo de sufrir complicaciones graves por el coronavirus debido a su peso. Los trabajadores de divulgación le ayudaron a encontrar una clínica de vacunación. La familia también le ayudó a influir. “Fue como si tuviera que hacer lo necesario para disfrutar del verano y también de la familia y los amigos”, dijo Rankines.