La escasez de personal sanitario capacitado para atender el incremento de casos de COVID-19 en Pensilvania ha llevado al gobierno estadal a solicitar ayuda a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) para reforzar la atención en hospitales y residencias de ancianos.
En una declaración escrita, el Gobernador Tom Wolf se pronunció el miércoles sobre el desbalance creado por el repunte de la pandemia. “Nuestro sistema de atención sanitaria está sometido a la presión de los casos de COVID-19 y se ve agravado por la persistente escasez de personal en todo el sector”.
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De acuerdo a WHYY, con el repunte de casos, la situación de los hospitales se ha visto afectada de tal manera, que la operatividad de sus funciones no puede cubrir la gran afluencia de pacientes infectados.
La mayoría de ellos llenan las camas de los hospitales, haciendo que algunos centros de cuidados intensivos superen su capacidad. Los tiempos de espera para ser atendidos en las salas de emergencia se prolongan excesivamente mientras que los hogares de cuidado para personas de la tercera edad se han visto obligados a limitar el ingreso de residentes.
Medicina de sala de espera
Médicos y enfermeras deben aplicar la “medicina de sala de espera” con pacientes que se ven forzados a soportar retrasos de 10 a 20 horas en el servicio de urgencias, según informes de autoridades.
“Los hospitales de todo el estado están sometidos a una gran coacción y muchos de ellos están al límite de su capacidad o se acercan a ella”, con tiempos de espera prolongados en urgencias, dijo Liam Migdail, portavoz de la Asociación de Hospitales y Sistemas de Salud de Pensilvania.
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La escasez de personal en las residencias de ancianos y en los centros de atención personal está teniendo un efecto indirecto en los hospitales, que están sometidos al apremio de un aumento del 55% de los pacientes con COVID-19 desde mediados de noviembre.
Los hospitales están tratando a más de 4.500 pacientes infectados por el coronavirus, según el Departamento de Salud del Estado, y están desesperados por liberar camas y aliviar los tiempos de espera en las salas de urgencias.
Pensilvania tiene un promedio de más de 8,500 nuevas infecciones confirmadas por día, casi un 50% más en dos semanas. Las hospitalizaciones aumentaron en dos tercios desde noviembre, a un promedio de más de 4,300. Las muertes también han aumentado casi un 50% en dos semanas a 89 por día.
Solicitud de pruebas
Dada la importancia de la detección de casos en la prevención de infecciones, Pensilvania también solicitó al FEMA el envío de un millón de pruebas rápidas de coronavirus a domicilio y que incremente la asignación estatal de tratamientos con anticuerpos monoclonales.
“Guardo la esperanza de que estos apoyos de importancia crítica se aborden para aliviar la tensión en nuestro sistema de salud y, en última instancia, poder proporcionar a los residentes de Pensilvania la atención que necesitan durante este tiempo”, afirmó Wolf respecto al apoyo esperado para enfrentar la crisis en los hospitales.