El año pasado las escuelas de 199 países cerraron para contener la propagación del coronavirus, dejando a 370 millones de niños sin su principal comida del día. Este hecho amenaza con revertir una década de progreso importante en la nutrición infantil, advirtió un informe de la agencia alimentaria de la ONU.
Los esfuerzos por mejorar la nutrición infantil por medio de un almuerzo gratuito diario en la escuela podrían sufrir un duro revés a causa de la pandemia de COVID-19.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que la interrupción de estos sistemas de distribución de víveres a los niños más vulnerables revertiría hasta diez años los avances logrados a nivel global.
De acuerdo con ese organismo de las Naciones Unidas, cuando estalló la pandemia 388 millones de niños (o uno de cada dos alumnos) recibía un alimento diariamente.
Puedes leer: Rescatan a ballenas en Nueva Zelanda
El estudio «El estado mundial de la alimentación escolar» destacó que el número de menores beneficiados por ese programa hasta 2020 era el mayor de la historia. Sin embargo, 199 países cerraron sus escuelas para abril, dejando súbitamente a 370 millones de niños sin un almuerzo que era, para mucho de ellos, su única comida nutritiva o, en ocasiones, su único alimento del día.
El documento afirmó que las comidas escolares tienen un gran efecto positivo en la vida de los niños de familias pobres ya que evitan el hambre, apoyan la salud a largo plazo y ayudan en el aprendizaje.
El director ejecutivo del PMA afirmó que la alimentación en las escuelas se ha convertido en un factor determinante en la vida de muchos niños, comunidades y países enteros.
«Esa comida al día es a menudo la razón por la que los niños hambrientos van a la escuela. También es un incentivo que garantiza que regresarán a clases cuando se levante esa contingencia», dijo David Beasley.
El PMA adelantó que este año formará una coalición con agencias de desarrollo, donantes, empresas y organizaciones civiles para apoyar a los gobiernos en la ampliación de esos programas.