El Padre Joseph D. Wallace recordó en un escrito reciente para el Catholic Star Herald, que su abuela le narraba cuando él era un pequeño las historias de cuando ella era una niña en Filadelfia, “viendo un carro que subía al callejón temprano en la mañana para recoger a los muertos”.
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El texto está en una columna titulada “En tiempos de plaga, Ama a tu prójimo como a ti mismo”, un material que recuerda el heroísmo de los cristianos de todos los tiempos para enfrentar las pandemias que han azotado a la humanidad.
A principios del siglo XX los cristianos tuvieron una dura prueba. Fueron los tiempos de la epidemia de Gripe Americana de 1918-19, también conocida como la “Gripe Española”. Esta terrible pandemia mató a más de 50 millones de personas en todo el mundo, incluyendo 675 mil en este país.
“Siempre recuerdo muy vívidamente a mi querida abuela, Bárbara de Vecchis, contando las historias de cuando era una niña en Filadelfia, viendo un carro que subía al callejón temprano en la mañana para recoger a los muertos.
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Filadelfia tenía una de las mayores tasas de mortalidad por esta terrible gripe.
Los cristianos conocen muy bien su deber de socorrer a los enfermos. Y muchas veces la ayuda está en dejar que las autoridades sanitarias hagan su trabajo sin cuestionamientos. Los católicos de Filadelfia están en casa. Desde luego son una fuerza de acción que está dispuesta más allá de los hospitales que regenta a atender a los enfermos en caso de ser necesario.