El continente americano dio inicio a la Semana Santa con un Domingo de Ramos ausente de feligreses en los templos y en las calles, pero con una gran audiencia en las redes sociales y medios como la televisión y la radio, desde donde miles de católicos pidieron por las personas afectadas por el coronavirus que en la región ya deja más de 350 mil contagios y unos 11 mil muertos.
La pandemia ha trastocado todas las tradiciones, e incluso la Semana Santa, el evento mayor del año cristiano y de gran arraigo en un continente de profundas convicciones religiosas, que ha tenido que amoldarse a esta circunstancia para que los millones de creyentes americanos la celebren sin exponerse al “calvario” del virus.
El papa Francisco presidió este domingo 5 de abril, ante una vacía Plaza de San Pedro de Roma, la misa del Domingo de Ramos en el Vaticano.
“Mirad a los verdaderos héroes que salen a la luz en estos días. No son los que tienen fama, dinero y éxito, sino que son los que se dan a sí mismos para servir a los demás. Sentíos llamados a jugaros la vida. No tengáis miedo de gastarla por Dios y por los demás: ¡La ganaréis!”, exclamó el Sumo Pontífice en una basílica vacía, en una imagen que resumió este domingo la calamidad que asola al mundo.
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Siguiendo el ejemplo del Vaticano, muchas de las conferencias apostólicas del continente americano cerraron sus templos y le sugirieron a sus fieles seguir los servicios por medios como internet, la televisión, la radio y las redes sociales en una circunstancia nunca antes vista.
En Brasil la Semana Santa comenzó sin aglomeraciones, las misas se transmitieron por las redes sociales y las bendiciones se dieron a domicilio.
En Bolivia, la imagen de la Virgen de Copacabana, una de las más veneradas por los católicos de esa nación suramericana, visitó algunos barrios de La Paz en un inusual Domingo de Ramos con calles vacías por la cuarentena en el país, donde hasta la fecha hay 157 contagios y 10 decesos.

La comunidad católica de Miami en el estado de Florida, celebró la misa del Domingo de Ramos con las iglesias vacías, pero los feligreses de la parroquia del Rincón de San Lázaro pudieron encomendarse al altar móvil de este santo venerado por los cubanos.
En todo Ecuador, país de 16 millones de habitantes y que ha confirmado hasta ahora 3.646 casos de COVID-19, la Semana Santa comenzó con los ramos en las salas de las casas y las misas transmitidas desde plataformas digitales.
En Panamá, el arzobispo José Domingo Ulloa, realizó la tradicional ofrenda de ramos, con la que los cristianos dan inicio a la Semana Santa, desde un helicóptero en medio de una cuarentena total que ha obligado al cierre de iglesias en el país.

En México miles de católicos dieron inicio a la Semana Santa desde sus casas respetando las medidas de confinamiento. Sin embargo, unos 300 indígenas tzotziles desafiaron las medidas con una procesión callejera en San Cristóbal de Las Casas, estado mexicano de Chiapas. La procesión fue convocada por diversas agrupaciones cristianas bautistas, adventistas y pentecostales.
En Nicaragua, donde la Iglesia católica suspendió las tradicionales procesiones y algunos templos evangélicos han cerrados también sus puertas, en plena pandemia mundial, el gobierno sandinista tiene programado celebrar un festival veraniego en Semana Santa que incluye fiestas populares en seis centros recreativos.