De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), África está saliendo de la fase pandémica de su brote de la COVID-19 y avanza hacia una situación en la que controlará el virus a largo plazo.
«La pandemia está pasando a una fase diferente», dijo la Dra. Matshidiso Moeti, jefa regional de la OMS para África. «Creemos que nos estamos moviendo ahora, especialmente con el aumento esperado de la vacunación, hacia lo que podría convertirse en una especie de vida endémica con el virus».
Moeti también dijo que la cantidad de infecciones por COVID en África podría ser siete veces mayor de lo que sugieren los datos oficiales, y las muertes por el virus dos o tres veces mayores.
«Somos muy conscientes de que los problemas de nuestros sistemas de vigilancia que tuvimos en el continente, con acceso a suministros de prueba, por ejemplo, han llevado a una subestimación de los casos», dijo Moeti en una sesión informativa.
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Aun así, Moeti reconoció que África ha pagado un alto precio, «con más de 242.000 muertos y un daño tremendo a nuestras economías».
Desde que empezó la pandemia, África sólo contaba con ocho camas por cada millón de personas en las unidades de cuidados intensivos, en la actualidad tiene 20 camas por cada millón de habitantes. Sin embargo, África sigue siendo el continente con menos personas vacunadas contra el coronavirus -alrededor del 11 % de la población adulta ha recibido la pauta completa-. Según datos del Banco Mundial, la pandemia de coronavirus ha empujado a 40 millones de africanos a la extrema pobreza.
Asimismo, un recuento de la Universidad Johns Hopkins estimó que las infecciones registradas en África ascendían a más de 11 millones al 10 de febrero y las muertes a 250.000. Si las estimaciones de la OMS son correctas, las cifras reales podrían estar más cerca de los 70 millones y 750.000 respectivamente.