Para los registros, Kurt Cobain, ícono del grunge, falleció el 5 de abril de 1994, sin embargo, su cuerpo fue hallado el día 8. Los médicos forenses determinaron, por el estado del cuerpo que había fallecido tres días antes.
La vida del líder de Nirvana ha sido objeto de historias, páginas web, noticias y película, la última «Come as you Are», es un proyecto cinematográfico que se estrenará este año sobre su vida.
Nirvana creó un estilo musical que consiguió conectar con el sentimiento de descontento de toda una generación a principios de los años 90. Nevermind, su segundo disco, logró superar todas las expectativas y vender millones de copias.
Hoy día, el máximo exponente del grunge es considerado aun, uno de los músicos más talentosos de la historia.
El 5 de abril de 1994 se suicidó con un disparo de escopeta. Hay muchos mitos alrededor de su muerte, aunque muchas hipótesis apuntan a varios trastornos que Cobain llevaba años arrastrando. De niño le diagnosticaron hiperactividad y trastorno de déficit de atención, por lo que desde muy temprana edad comenzó a tomar metilfenidato, un medicamento altamente adictivo. Además, siempre tuvo que lidiar con la depresión.
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Sin embargo, la enfermedad que más aquejaba al líder de Nirvana fue un fuerte dolor de estómago crónico que nunca tuvo un diagnóstico claro. Así lo explicó en una ocasión en la revista Rolling Stone: «Tengo un dolor crónico sin cura en el estómago y durante cinco años quise suicidarme todos los días. Estuve a punto de hacerlo varias veces».
Varios estudios han demostrado el nivel de depresión o problemas mentales que sufren los músicos profesionales, por encima de la media de muchos otros sectores.
INSAART, un organismo francés que proporciona ayuda psicológica a artistas y técnicos, asegura que un 72% de los encuestados en uno de esos estudios mostraba signos de depresión, en comparación con el promedio de 12% de la población en general.
Otro estudio realizado en Australia asegura que una carrera musical plena puede llegar a recortar en 20 años la esperanza de vida.
El temperamento de los artistas juega un papel nada despreciable a la hora de lanzarse al mundo de la música y enfrentar esos riesgos. Pero más allá del estrellato, los músicos profesionales entre telones sufren de la inseguridad laboral, las giras incesantes, los horarios desfasados, entre otras cosas.
«La música tiene la fama de ser un trabajo apasionante, así que subsiste esa idea de que tienen que se agradecidos y no quejarse», explicó a AFP la psicóloga y ex mánager Sophie Bellet, que ayudó a organizar la encuesta de INSAART.