Zeke Hernández es un profesor asociado presidencial de la familia Max y Bernice Garchik en la Wharton School, que siente una profunda conexión con la inmigración, la inversión y el crecimiento económico.
Hernández también es uno de los profesores mejor valorados de Wharton, uno de los mejores profesores de negocios del mundo de Poets & Quants y uno de los destinatarios más jóvenes de una cátedra presidencial en la Universidad de Pennsylvania.
Nacido en Uruguay, un pequeño país obsesionado con el fútbol, la yerba mate y la carne, migró al extranjero con su familia cuando tenía cuatro años debido al trabajo de su padre.
“Viví en Costa Rica, Guatemala y Argentina durante varios años, y regresé a Uruguay cuando era adolescente. Estas experiencias plantaron en mí las semillas de su interés permanente por la forma en que la movilidad de las personas, las ideas y las empresas afecta a las economías y las sociedades”, destaca Hernández en su página web.

Después de terminar la escuela secundaria en Uruguay, pasó dos años en una misión de servicio en Buenos Aires. Esos años abarcaron el período previo a la crisis económica más profunda de la historia de Argentina.
Fue testigo de la pobreza y el sufrimiento extenuantes en algunos de los barrios más pobres de la ciudad, las infames “villas”. Todo eso le causó una profunda impresión y despertó en él el deseo de comprender qué conduce a la prosperidad económica.
Después de completar su misión, asistió a la Universidad Brigham Young. Luego de graduarme con una licenciatura y una maestría en Contabilidad, trabajó en IBM por un corto período.
El trabajo estaba bien, pero una carrera corporativa no le ofrecía la oportunidad de estudiar en profundidad las preguntas que le habían estado rondando desde aquellos años en Buenos Aires: ¿Qué es lo que realmente crea prosperidad para las personas y las sociedades?
En busca de respuestas, dejó su trabajo y se inscribió en un programa de doctorado en la Universidad de Minnesota. Nunca se propuso estudiar la inmigración. Sólo quería saber cómo se produce el crecimiento económico.
Pero cuanto más estudió los modelos económicos y sociológicos, más le quedaba la sensación de que faltaba algo elemental en la forma en que la mayoría de la gente concibe el crecimiento económico: una acumulación de “insumos” como talento, trabajo e ideas.
Hernández: “el movimiento faltaba”
“Un día, durante una noche de insomnio en la que estaba estresado por un examen, me di cuenta de que el movimiento faltaba en la mayoría de los modelos de crecimiento económico”.
Por lo que había visto durante su infancia, las sociedades exitosas acumulaban “insumos” valiosos cuando la gente se trasladaba de un lado a otro de las fronteras.
Después de todo, las personas son portadoras de ideas, capital, habilidades y mucho más. Ese simple pensamiento fue el comienzo de una poderosa comprensión: la migración, o el movimiento de personas, es esencial para la prosperidad.
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Esto fue hace casi 20 años. Desde entonces, ha dedicado su carrera a estudiar cómo las mudanzas de las personas afectan la vida y los medios de vida.
Hernández ha ganado múltiples reconocimientos, incluyendo tres premios a académicos emergentes de las principales asociaciones académicas en su campo, algo sin precedentes.